Cuatro disparos cegaron la vida del mítico rockero que nunca será olvidado, John Lennon, el ex integrante de la icónica banda de todos los tiempos, los Beatles. Ese 8 de diciembre de 1980, su esposa Yoko Ono se convertiría en la viuda más famosa del mundo, una mujer amada por el artista que lo acompañó hasta en su último día.

La historia moderna la señala como la causante de la desintegración de la agrupación, pero su audacia e inteligencia es innegable y fueron los elementos que la hicieron ser exitosa y brillar por sí sola, pues nunca quedó a la sombra siendo la esposa de uno de los mejores artistas de la historia.

Nació en Tokio, Japón, un 18 de febrero de 1933 en el seno de una familia de banqueros de ese país. La llegada de la Segunda Guerra Mundial, disminuyó la fortuna de sus padres y atravesaron grandes dificultades, al conocer la ruina económica, recordó El País.

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Pese a los malos tiempos, la mujer no se amilanó y con el pasar de los años se convirtió en una reconocida artista de vanguardia. Algunas de sus obras las presentó en New York, donde reside en la actualidad.

La leyenda artística que no envejece: Yoko Ono

Libros y documentales hablan de la vida de Yoko Ono y de cómo fue su vida junto al talentoso John Lennon. A sus 89 años, desde su cuenta oficial de Instagram, se muestra algo activa compartiendo su amor por el arte que tanto admira y que por años creó.

En sus más recientes publicaciones, se aprecia que su melena larga y de gran volumen que exhibía en su look estilo hippie, ya no existe.

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Su cabello ahora luce corto, sobre la nuca y con pocas canas que a su edad serían normales. No obstante, su rostro no revela el paso de los años, manteniendo una lozanía increíble que cualquier mujer podría envidiar.

El vigor que por décadas mostró en su menuda y delgada figura, se vio reducida en el 2017, cuando hizo una reaparición pública.

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Cuarenta y seis años después del lanzamiento del tema “Imagine”, la Asociación Nacional de Editores de Música estadounidense, entregó a Yoko su premio “Centennial Song”, reconociendo la coautoría de la canción que grabó Lennon y que es considerada un himno a la paz y a la justicia.

Para sorpresa del mundo entero, su hijo Sean Lennon empujó la silla de ruedas en la que llegó al escenario para recoger su galardón. En su discurso dio las gracias, afirmando que era “el mejor momento de su vida”, pero no desveló su dolencia física.

Ese mismo año, fue vista paseando por Central Park, siendo cuidada por unos asistentes, en la silla de ruedas de la que no se bajó. Aunque se observa algo frágil a su edad, su cuerpo se mantiene conservado, luciendo outfits casuales en uno de sus colores preferidos, el negro.

Su pasión por la música sigue intacta y así la refleja, en una postal en la que se le aprecia llena de vigor con lentes negros y audífonos, desde su estudio de música, abriendo su boca para pronunciar una gran tonada.

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A decir del diario español y sus fuentes, Yoko Ono se refugió en su lujoso apartamento de 9 habitaciones en el edificio Dakota, en New York, donde no sale y reside en la compañía de su hijo. Afirman que su movilidad es militada, y si no está en la silla de ruedas, utiliza un bastón o andadera para caminar.

Su millonaria fortuna, valorada en más de 700 millones de dólares, le permite mantener una vida sin dificultad alguna, continuando el legado de su esposo, a través de ayudas a organizaciones benéficas. (E)

A sus 85 años, Yoko Ono lanza nuevo disco