José Ángel Llamas Olmos era un actor mexicano, conocido por interpretar a Rodolfo Fuentes en Amor descarado (2003) y a Luis Miguel Ariza en la telenovela La venganza (2002). Él se desenvolvió en muchas series de televisión desde 1996. Trabajó para Televisa, TV Azteca y Telemundo y se mantuvo en el estrellato hasta el 2011, cuando decidió darle un cambio radical a su vida.

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Hace más de una década que se desapareció de la pantalla chica para ser pastor en una iglesia al sur de la Florida, llamada Calvary Chapel Fort Lauderdale y cuya audiencia es hispana. José Ángel atiende a estas prédicas junto a Mara Croatto, con quien ha estado casado desde el 29 de agosto de 2004 y con quien tiene una familia de tres hijos: Juan, Rafael y Michael; aunque ninguno de ellos proviene de su matrimonio.

La venezolana también es exactriz, formó parte del elenco de Gata Salvaje (2002) y Amor descarado donde lo habría conocido a su ahora esposo. Su devoción también empezó años después, pues la pareja ha formado parte de la comunidad cristiana de Florida desde el 2009, dos años luego de que dejaran la vida de artistas y comenzaran su actividad pastoral.

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“Bellos, yo voy a la iglesia donde él es pastor y es muy bueno. Tiene don para serlo, él y su hermosa esposa cambian la vida de las personas que se acercan donde él con su testimonio de vida. Es definitivamente hermoso escucharles”, es una de las opiniones de los asistentes.

En una entrevista con la revista People en Español, José Ángel contó que fue la fama lo que empezó a alterar su humildad y su sencillez, porque ganó poder y control que “yo creía que tenía todo aquí [en la palma de mi mano] y que si yo decía ‘quiero eso’ lo podía conseguir. Ese era el sueño de poder tener una esposa, una familia, una casa grande, un coche bonito y cuando tuve todo eso me di cuenta que no estaba contento. Estaba odiando lo que debía amar y estaba amando lo que tenía que odiar”.

Fue un día en un set de televisión cuando conoció a Jesús por medio de un estampado de camiseta. “Un amigo que trabajaba en la misma novela en que estaba yo llevaba el equipo de las luces y tenía una camiseta que delante decía ‘Solo un hombre puede hacer la diferencia’, y en la espalda ponía: ‘Jesús’. Me llamó mucho mi atención, y me acerqué y le dije ‘Claudio, ¿por qué solamente un hombre puede hacer la diferencia?, ¿qué hay con este Jesús?”

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Poco a poco fue desarrollando una relación con Dios y el resto fue historia. En el Instagram de la iglesia, se encuentran fotos de la pareja de exactores sirviendo y llevando su vida alineada a la palabra de Dios. (E)