Para lograr lo que sueñas, debe haber motivación, pasión y ganas por conseguirlo. Es sabido que muchos actores y actrices, antes de amasar una fortuna o convertirse en estrellas mundiales, antes tuvieron que laborar en trabajos que quizás no son los mejores remunerados, pero sí les ayudó a dar el primer paso.

Tal es la historia de Al Pacino, Gerard Depardieu, Brad Pitt y Channing Tatum, cuatro actores que tienen en común su pasado como trabajadores sexuales, aunque hoy en día eso no les pese en lo absoluto, pues se trataron de actos consensuados entre adultos, publicó Infobae.

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Actores y su pasado en común como trabajadores sexuales

Al Pacino

Al Pacino es considerado como una de las grandes estrellas de la industria, antes de ser famoso sus empleos no fueron del todo estables ni le generaban mayores ganancias. Fue cartero, vendedor de zapatos, verdulero en un supermercado, mensajero en bicicleta, portero de un edificio y acomodador de cine, mientras que seguía su sueño para ser actor.

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A los 20 años, se fue un tiempo a Sicilia y al no tener un trabajo estable y sin ingresos, decidió vender su cuerpo. “Una señora mayor me daba comida y alojamiento a cambio de sexo. Por las mañanas me despertaba odiándome un poco”, dijo en una entrevista al The New York Post.

Gerard Depardieu

Con una vida intensa, pasional y polémica, el artista más exitoso y famoso de Francia también tuvo un pasado del cual no quiere recordar todo. Hijo de padres indiferentes y violentos, a los 10 años pasaba todo el día en la calle sin siquiera tener una educación.

El joven Depardieu agarró mal camino y en vez de buscar trabajo, se hizo ladrón. A los 16 años, estuvo preso durante tres semanas por robar un auto y el escarmiento le sirvió solo para cambiar su vida delictiva por actos menos riesgosos. Junto a un compañero, decidieron quedarse con joyas y zapatos ajenos, totalmente sin peligro, porque nadie los iba a denunciar, porque a quienes robaban, eran muertos; profanaban tumbas en un cementerio.

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Llegó a tales extremos, que, en mayo del 68, Depardieu robaba billeteras y relojes a jóvenes estudiantes que protestaban en las calles contra el gobierno de Francia cuando dormían en las calles. Para esa fecha, se dio cuenta que su atractivo sexual era un potencial para generar dinero.

“Supe desde muy joven que gusto a los homosexuales”, contó en su autobiografía. “Si me pedían sexo, yo les pedía dinero”, narró y reconoció que “manipulaba a algunos para desvalijarlos”.

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Incluso, llegó a golpear a sus clientes para lograr un mayor botín: “El ladrón y el matón estaban muy vivos en mí”.

Brad Pitt

El exesposo de Angelina Jolie también descubrió que podía ganar un dinero extra con su cuerpo. Pitt se unió a Dancing Bares, un grupo de siete muchachos que realizaban striptease a pedido para los cumpleaños.

Para tratar de ser selectivo y no estar tan expuesto, no actuaban para desconocidas sino solo para compañeras de la universidad. El show consistía en una coreografía de baile con fundas de almohada, que terminaba con ellos desnudos. Más que un trabajador sexual, lo del actor fue una divertida aventura universitaria.

El intérprete de Aquiles en “Troya” repartió muestras de cigarrillos al tiempo que se mudó a Los Ángeles, se disfrazó de pollo para una cadena de comida rápida y fue chofer de limosinas. Entre sus pasajeros había un grupo de strippers a los que llevaba a despedidas de soltera y fue uno de ellos el que le habló de un curso de actuación.

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Así, Pitt en una de esas clases, conoció a una chica que lo llevó a una audición y le consiguió su primer trabajo como actor en Thelma & Louise. Solo bastó con que la industria viera su torso para convertirlo en el hombre más deseado del cine contemporáneo.

Channing Tatum

Si preguntas por qué el actor sabe bailar con sensualidad, pues no lo aprendió en un curso de actuación ni en las fiestas. Tatum en su juventud, exactamente a los 15 años, fue instruido por su abuela para poder bailar con las chicas que no aceptaban danzar con él porque no era muy agraciado.

Su enseñanza y gusto por el baile fue tal, que a los 19 años decidió aprovechar su talento y buscó trabajo en Club Joy, como stripper. Había escuchado de la oportunidad por la radio y allí perfeccionó el arte de bailar y quitarse la ropa sensualmente y sin quedar ridículo.

“En una buena noche, gané 150 dólares. En una mala noche, 70 dólares; incluso 50 a veces”, contó en The Hollywood Reporter en el 2014. La experiencia le serviría para protagonizar “Magic Mike”, donde interpreta a un bailarín de locales nocturnos. (E)

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