A casi un mes de cumplirse el primer aniversario de su muerte, el deceso de Raffaella Carrà continúa consternando al mundo que extraña su música y sigue teniendo a la cantante italiana en el sitial de honor.

La intérprete de “Rumore” siempre fue muy discreta. Era poco lo que se sabía sobre su vida personal, incluso, no fue mujer de muchos amores. Su primera relación fue con el autor Gianni Boncompagni, que tenía 36 años y ella 25 cuando se enamoraron, estaba divorciado y tenía tres hijas: Claudia, Paola y Barbara. Estuvieron juntos durante una década.

Después llegaría a su vida el coreógrafo Sergio Japino. Ambos ocuparon un importante lugar en su vida, incluso después de su ruptura y fue la hija de Boncompagni, Barbara, quien concedió una reveladora entrevista a Il Corriere della Sera, donde habla sobre la estrella.

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Cuando Raffaella Carrà quiso tener hijos fue demasiado tarde

Barbara Boncompagni recuerda que la cantante dedicó toda su vida al trabajo y a la música. “Tanto así, que “tanto se centró en su trabajo que dejó aparcado uno de sus deseos que finalmente no pudo hacer realidad: su posibilidad de ser madre”, contó la mujer de 59 años.

“No tuvo hijos porque cuando era muy joven decía que un niño no se podía meter en una maleta y llevarlo contigo de un lugar a otro, no tenía sentido. Cuando alrededor de los 40 años se sentía más madura y dispuesta a aceptar la maternidad, la naturaleza dijo ‘no’ y Raffaella aceptó esta situación, no se dejó llevar por la furia. Dejó que el destino decidiera por ella”, recordó.

Sin embargo, Boncompagni asegura que la intérprete gozó de los “hijos ajenos”. La hija del recordado presentador italiano contó en la entrevista que tanto ella como sus hermanas vieron a Carrà como una madre. “Fue nuestra mentora en todo”, dijo al recordarla con mucho cariño.

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Esto es lo que se sabe de la herencia de Raffaella Carrà

La gran diva italiana murió con un patrimonio millonario y sin hijos ni sus padres vivos. Es difícil deducir quién heredó su riqueza, aunque algunos medios internacionales aseguran que sus sobrinos pudieran ser los herederos.

La artista tenía dos sobrinos que siempre los vio como sus hijos, por lo que gran parte de su patrimonio pudo parar en sus manos, al igual que otros parientes cercanos. Se trata de Matteo y Federica, hijos de su hermano, Renzo Pelloni, que falleció en el 2001 por un tumor cerebral a los 56 años, por ello, Raffaella se dedicó a cuidarlos.

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Matteo dijo luego de la muerte de su tía que “ella ocupó el lugar de mi padre cuando falleció, siempre nos brindó el mejor cariño y educación”.

Por otra parte, las tres hijas de Boncompagni pudieran figurar en el testamento de la cantante. Gianni falleció a los 84 años de edad luego de luchar con una larga enfermedad, en ese momento, la artista se convirtió en la madre de las tres hijas pequeñas de él.

La generosidad de Raffaella Carrà podría hacer también que una parte de su testamento vaya a parar a alguna asociación humanitaria. Adoraba a los niños, y por ello también creó el programa “Amore”, de adopción a distancia.

La estrella italiana falleció el 5 de julio a los 78 años de edad después de una “devastadora enfermedad”, la cual destaparon los medios italianos más tarde, asegurando que se trataba de un “cáncer de pulmón”. (E)

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