La cocina tex-mex es más compleja de lo que salta a la vista. Surge de la influencia española en la cocina de los territorios tejanos hace al menos dos o tres siglos, y que muta nuevamente luego de que el estado en cuestión se incorpora a América del Norte y comienza la migración mexicana en el siglo XX hacia dicho territorio, ya estadounidense. Así, la influencia posterior resultó de la fusión de la gastronomía mexicana preparada en Texas por los inmigrantes, combinando estilos con los insumos existentes en la zona, popularizándose tanto en Estados Unidos que, cuando muchos americanos viajan a México y prueban dicha gastronomía, se dan cuenta de que nada tiene que ver con lo que han probado en su tierra.

Pasa algo similar con la gastronomía china en Ecuador. En pocos restaurantes chinos encontramos verdadera cocina de aquel país.

En Guayaquil he podido inventariar más de 100 restaurantes chinos, debiendo haber muchísimos más. No existe cocina extranjera más popular en nuestra ciudad que aquella.

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Habiendo estado en China más de una vez, pude corroborar que la mayoría de estos locales ha creado un estilo propio, chino-ecuatoriano, al que se ha acostumbrado el paladar de los comensales, así como los mexicanos en el territorio tejano desarrollaron una fusión propia.

Hong Kong City es un antiguo restaurante con mucho éxito a nivel popular, el cual se ha movido desde donde estaba, en la misma acera, unas cuadras más hacia Miraflores, pero manteniéndose en el mismo sector, Víctor Emilio Estrada 1210. Incorpora nuevos socios y tiene una extensa carta en la que encontramos, al probar, muchos platos producto de esta fusión, así como unos cuantos originales chinos.

El menú del restaurante es muy variado. Tiene al menos 70 platos, entre sopas, entradas, platos fuertes y postres.

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Lo más chino-ecuatoriano que encontramos, en comparación con lo que hemos probado en el país asiático, fue el cerdo y el pato. Condimentos y especias similares, pero con distancia de las recetas originales. Lo más cercano a una cocina china original, los dim sum, aunque con limitada oferta.

Parecería que, como ocurre en el 90 % de los restaurantes de este tipo, la cocina sucumbe a las exigencias de una demanda poco exigente, que busca una supuesta originalidad en el sabor de algunos condimentos autóctonos y poco en técnicas de cocción de la región.

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Retumba en mi mente la frase del expresidente Moreno: “Hubiera querido tener un mejor país”, en respuesta a la crítica de que el pueblo hubiera querido un mejor presidente. Me pregunto: ¿no responderá la oferta a las exigencias de la demanda? Creería que sí. Es quizá por eso que no tenemos en Guayaquil un gran restaurante de gastronomía china, una de las más exquisitas, variadas y ricas del mundo. (O)