Los restaurantes, comedores escolares y cantinas en Francia deberán indicar el origen de la carne servida en los platos a partir del 1 de marzo, según un decreto publicado este jueves y que amplía la medida ya vigente para la carne de res.

Según el Diario Oficial, este etiquetado, que debe mencionar el país donde se criaron los animales y donde fueron sacrificados, se aplicará también durante una fase inicial de dos años a la carne de aves de corral, de oveja, de cerdo y de cabra.

“Esperábamos este decreto desde hace dos años y medio. Los ciudadanos quieren saber de dónde viene la carne que comen en el restaurante y si es francesa. Les tranquiliza”, aseguró Anne Richard, directora de Inaporc, que agrupa al sector porcino.

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La medida, que solo era obligatoria desde 2002 para la carne bovina tras la crisis de las vacas locas, se aplicará a las “carnes que los restauradores compren crudas y no a las carnes compradas ya preparadas o cocinadas”, según el decreto.

El ministro de Agricultura, Julien Denormandie, explicó recientemente que responden a un legítimo reclamo de los ciudadanos que desean una mejor trazabilidad y a la “concienciación de que la nutrición tiene un impacto muy fuerte en la salud”.

“Un pollo brasileño o ucraniano no tiene nada que ver con un pollo francés, lo que vale también para todas las carnes”, declaró este jueves Denormandie, quien aseguró que “más del 50 %” de la carne de aves de corral servida en las cantinas es importada.

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El ministro aboga por la soberanía alimentaria de Francia y por que la Unión Europea (UE) adopte medidas para proteger un determinado nivel de calidad frente a productos menos caros, pero vistos como más pobres nutricionalmente y más contaminantes.

En los países de Sudamérica, todavía utilizan antibióticos para el crecimiento, por lo que el aporte nutricional es diferente y esto afecta directamente al consumidor”, dijo Denormandie, para quien es una lucha “económica y gastronómica”.

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La medida estará en vigor hasta el 29 de febrero de 2024, en virtud de una fase de experimentación negociada con la Comisión Europea. (I)