Lo sorprendimos en medio de su jornada de entrega. Su día ya estaba planeado con anticipación y debía regirse a su horario para no llegar tarde a ninguno de sus puntos. Carlos Martín Uquillas Samaniego es un ecuatoriano emprendedor y recursivo, de aquellos que no se conforman cuando las oportunidades no se dan. Es de los que salen a buscarlas y trabajan a diario. Quizás su nombre de pila no les sea familiar, pero Carlos Uquillas fue uno de los participantes del reality MasterChef Ecuador, de Teleamazonas.

“Fui escogido entre 3.100 inscritos a MasterChef y clasifiqué entre los mejores quince cocineros amateur del Ecuador”, menciona sobre su paso por la competencia gastronómica que le sirvió además para aprender de sus compañeros y jueces del programa.

A sus 62 años, este ingeniero agrónomo ha encontrado en la elaboración de comida típica nacional una forma de ingresos económicos. “Después de que nadie me daba trabajo, a pesar de mi currículum, comencé a trabajar en esta área. Busqué trabajos de cocinero en restaurantes y fui tomando experiencia. Cuatro años trabajé en restaurantes en varias ciudades Loja, Machala, Zamora, Quevedo, Daule, Guayaquil. Yo fui hasta gerente de la banca pública, del 2008 al 2010, pero nunca he tomado un centavo de nadie, por eso sigo siendo pobre, y eso transmito a mis cinco hijos”, cuenta Don Carlitos, como lo conoce la clientela de su emprendimiento Misterchef.

Publicidad

Hace poco una foto suya en Twitter, en la que ofrecía sus humitas a Guillermo Lasso, presidente electo de Ecuador, se volvió tendencia en la red y sirvió además para dar a conocer su actual actividad, una que arranca a diario a las 04:00 para salir, desde las 07:00, a su recorrido de entrega.

“Quise darle las gracias por la eliminación de la Senescyt y que mi hija, que se graduó hace dos años, pueda estudiar y mi nieto, que se graduó hace un año, también. Como soy pobre no les puedo dar una educación particular. Mi hija fue abanderada de su colegio, ahora tiene 20 años y son buenos muchachos, pero sin oportunidades. No pretendo nada más. Y él (Lasso) me dijo que cumplirá su palabra. Solo por eso. De agradecimiento”, dice Uquillas lo motivó a ofrecer sus preparaciones al mandatario electo.

Su emprendimiento de cocina ha pasado por varias fases. Al inicio, indica mientras se traslada en Metrovía para hacer sus entregas, repartía almuerzos en construcciones. En el 2006 tuvo la oportunidad de abrir, en Machala, un restaurante. En el 2008, en Quevedo, estuvo al frente de La Casa de las humitas y en el 2010, tuvo otro establecimiento de comida criolla, en Daule.

Publicidad

Sin embargo, los locales de comida cerraron y desde el 2020 se dedica al delivery. “Me levanto a las 04:00, todos los días hago ejercicios y a cocinar. Salgo a las 07:30, ya con los pedidos de todo el día, o si son muchos regreso a ver el resto, ya que es muy pesado a veces. Llevo una mochila, una gaveta y una lonchera. Llevo conmigo unas 40 libras de pedidos. Me como un sánduche en la calle, al mediodía que yo mismo he preparado y busco un sitio para tomar un líquido”, relata Uquillas sobre su periplo.

Corviches de albacora, camarón, bollos de pescado y camarón, hallacas de pollo y humitas con queso es parte de los pedidos que realiza de lunes a domingo, a excepción de esta semana que guardará confinamiento en casa, donde habita junto con su perrita Candy.

Publicidad

Actualmente, revela, está buscando un crédito para adquirir una moto que le facilite la movilización y entrega de sus productos. “Como estoy en la central de riesgo tengo que comprarla de contado”, admite Uquillas, quien además aspira a recuperarse económicamente para lograr abrir nuevamente un restaurante. (I)