Desde el martes 5 de julio, la galería CIF del Centro de Producción e Innovación MZ14, de la Universidad de las Artes, se ha transformado en un gran laboratorio, uno al que toda la ciudadanía en general y universitarios pueden asistir para recorrer y poder ver un trazado de lo que ha sido y es el centro de nuestra ciudad. Todo esto con el propósito de que los visitantes aporten sus vivencias a Línea del tiempo para su construcción.

Es un mapeo que forma parte del 7.º Encuentro Iberoamericano de Arte, Trabajo y Economía, cuyo proceso culminará en el mes de octubre próximo. “Este encuentro se ha venido realizando durante varios años en la ciudad de Quito y hoy se ha trasladado a la ciudad de Guayaquil, a la Universidad de las Artes. Lo que nos interesa es construir un ‘nosotros colectivo’. Lo que hicimos fue una alianza entre Arte Actual Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y la UArtes. La curadoría del Mapeo Crítico Colectivo del Centro de Guayaquil está a cargo de Paulina León, directora de Arte Actual; Gabriela Montalvo, María Fernanda Troya y yo, además de un grupo de asesores conformado por Ybelice Briceño, Pablo Cardoso, Bertha Díaz y María del Pilar Gavilánez, en una especie de amalgama entre las dos universidades”, dice Tania Navarrete, directora ejecutiva del Centro de Producción e Innovación MZ14, de la UArtes.

Desde la izquierda: Natalia Tamayo e Ybelice Briceño, docentes de la UArtes; Tania Navarrete, directora ejecutiva del Centro de Producción e Innovación MZ14; Paulina León, directora de Arte Actual; Carmen Cortez, periodista de la UArtes; Maryangel Mesa, Canela Samaniego, Karina Chicaiza, de la Licuadora Gestora; junto con estudiantes de la UArtes. Foto: cortesía

Este registro esta conformado por una tríada de ejes y todos apuntan a generar un diálogo, uno en el que los guayaquileños y afuereños logren un punto de inflexión, de encuentro para conocer más de cerca el centro de Guayaquil. “Esta edición lo que propone es una lectura de los ecosistemas vitales, culturales y urbanos que han sido atravesados por la economía y la arquitectura feminista como herramientas para construir espacios compartidos para mirar, para pensar, para cuidarnos, para resistir desde este deseo que tenemos todos y todas de imaginarnos un futuro positivo, de ese deseo de tener una imaginación más amplia. Entonces, este mapeo tiene tres ejes de reflexión y, al mismo tiempo, de acción. El primero lo hemos denominado Situarnos; el segundo, Reconocernos; y el tercero, Conectarnos. Los tres atraviesan este Encuentro y son los que posibilitan estos diálogos. Esto nos ayuda a saber dónde estamos situados, poder reconocernos y de poder hacer alianzas de conexión para que estas redes (ejes) se puedan conectar y, quizás, planificar cosas que vengan en el futuro”, resalta Navarrete.

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¿Por qué el centro de Guayaquil? Es una zona que sus habitantes abandonaron como lugar de residencia, un sitio donde convergen una serie de aspectos propios de una ciudad que busca su propio desarrollo a través del comercio —formal e informal—, la banca e instituciones de diversas índoles. “La Universidad de las Artes está situada en el centro de Guayaquil. Funciona en edificios patrimoniales. De allí que nos interesa empezar por nuestro entorno, el que nos acompaña día a día. Pero también nos interesa pensar a esta universidad como ente de cambio. Nos estamos preguntando si a través de esta institución, en sus nueve años de vida, ha generado una especie de crecimiento, de mejora en el centro; qué hemos creado en este tiempo. Es como un proceso de autoanálisis: cómo estamos aportando como universidad al desarrollo de esta ciudad. Personalmente creo que el aporte ha sido positivo y muy favorable para el centro de Guayaquil”, opina Navarrete.

‘Línea del tiempo’

En la galería CIF, en MZ14 (planta baja), se pone en práctica este experimento social que invita al público a aportar con vivencias propias en la formación de la memoria de la ciudad. Es orgánico. “En esta galería, un grupo de arquitectas feministas, llamado Licuadora Gestora, lo que hizo fue trazar una línea del tiempo que va desde el gran incendio de 1896 hasta la actualidad poniendo algunos hitos (como la inauguración del tranvía en 1910 o la masacre obrera de 1922). Lo que se sugiere al público asistente es que sean ellos quienes vayan poniendo sus propios hitos y vayan abasteciendo con sus vivencias, sus historias, sus momentos personales, sus recuerdos. Durante este tiempo, la gente ha aportado con fotografías; algunos nos han contado sus historias, y eso es precisamente lo que se ha querido hacer en este mapeo. Es decir, que las historias no sean contadas solo desde lo institucional (oficialismo) o de lo tradicional, sino que sea la misma gente que cuente sus relatos. Muchos han colocado situaciones personales a través de narrativas, por ejemplo, cómo fue su llegada a Guayaquil o como cuando fallecieron sus familiares durante la época crítica del COVID. Esto ha sido una de las experiencias más ricas de construir este ‘nosotros’”, dice.

Panorámica de 'Línea del tiempo' en la UArtes. Foto: cortesía

El aporte de la UArtes al centro

Esa también es parte de la premisa. ¿Ha influenciado la UArtes en el estilo urbano de la ciudad? ¿Ha sido positiva su presencia? ¿Qué falta por hacer? El propósito, dice Navarrete, es poder autopensarnos, pensar a la ciudad donde vivimos. “Los estudiantes de la universidad han salido a recorrer la ciudad para pensarla con una visión más amplia, más panorámica. Luego plantearnos algunas inquietudes, como por qué en el centro de Guayaquil existen espacios abandonados, por qué hay muchos edificios que pueden ser utilizados para otras acciones, quizás educativas o culturales. Esto lo que ha más ha generado son preguntas. De allí que necesitamos ciudadanos y ciudadanas más abiertas al diálogo, que permitan reflexionar y poder trazar unas líneas hacia el futuro. También planteamos interrogantes a las personas, por ejemplo, cómo se imaginan a Guayaquil en el futuro. Ha habido ideas fantásticas, como que Guayaquil sea la capital cultural del Ecuador, que sea una ciudad más solidaria, más empática, más autosuficiente, más humana. Creo que esto es posible si generamos estas inquietudes, estos diálogos entre las personas”, destaca la directora ejecutiva.

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Todos están invitados a ser parte de este ejercicio, que estará hasta el 22 de julio, de 09:00 a 19:00, en la galería CIF de MZ14 (9 de Octubre y Panamá).