El legado y memoria de la historiadora Lois Johnson Roberts (1920-2021) será honrado este miércoles en un acto de conmemoración póstumo gestado por la Prefectura del Guayas, presidida por Susana González. Esto, en reconocimiento a su aporte investigativo en favor de la provincia y el país.

Su nieta Stephanie Crawford afirma que su familia recibe con mucha alegría este reconocimiento, luego de la dolorosa pérdida de su abuela a los 101 años, el 15 de mayo de 2021 en California. “Sin ser ella una persona que estaba interesada en reconocimientos, estamos seguros de que, si este reconocimiento va a ayudar a que sus libros se perpetúen, a ella la haría muy feliz”, expresa.

Falleció la historiadora Lois Johnson Roberts, a los 101 años de edad

Sergio Cedeño Amador, miembro correspondiente de la Academia de Historia del Ecuador, señala que J. Roberts fue una gran referente para la investigación histórica, principalmente en los dos cultivos más importantes del Ecuador: el cacao y el banano. “Muy pocos investigadores habían hecho una investigación tan profunda y apegada estrictamente a la verdad”, sostiene Cedeño.

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Motivada por los descubrimientos y estudios que hace en el país, en 1980 J. Roberts publica El Ecuador en la época cacaotera, que se convierte en el primer libro sobre la historia del cacao en el país y que fue una adaptación de su tesis doctoral.

En su segunda edición, lanzada en el 2010, “incorpora a la historia del cacao en el Ecuador la variedad CCN-51, la (cual) actualmente representa el 70 % de las exportaciones de cacao del país”, indica Cedeño.

Otro de sus importantes libros es Empresarios ecuatorianos del banano. “Único libro sobre la historia del banano en Ecuador, a pesar de ser el Ecuador el mayor exportador de banano del mundo”, opina Cedeño.

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“Desde 1952, Ecuador se convirtió en el primer exportador de banano del mundo y desde esa fecha casi siempre se ha mantenido en este lugar, aunque mucha gente no lo sabe”, expresó la propia J. Roberts en una entrevista para La Revista, de EL UNIVERSO.

Obras de Lois Roberts dedicadas a al cacao y banano ecuatoriano; y a la colonia libanesa. Foto: Cortesía

La también catedrática nació en Los Ángeles, California, el 14 de mayo de 1920, pero su lazo con Ecuador nunca se rompió desde su primera visita y breve estadía. “Ella siempre mantuvo la relación con Ecuador, porque su hijo continúa viviendo aquí, y ella siempre venía para visitarlo y para visitar a la gente que había sido colaboradora de ella”, menciona Crawford.

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“Ella había venido a un país como Ecuador y le había llamado profundamente la atención que, por un lado, había tanta riqueza de tierra y tantas posibilidades; y, al mismo tiempo, tan pocos recursos”, añade.

Por su parte, Cedeño la recuerda como una estadounidense que se proclamaba una ecuatoriana más. “Su profesión de historiadora y su amor por el Ecuador fueron el motivo de sus investigaciones históricas. A su avanzada edad visitaba el Ecuador constantemente, ya que amaba este país”, asegura Cedeño, quien compartió con la historiadora una amistad de años.

Lois J. Roberts con su hijo Russell Crawford. Foto: Cortesía

En la obra de J. Roberts también destaca una investigación dedicada a la colonia libanesa en el país. Se trata de Los libaneses en Ecuador: una historia de éxitos (1997). La importancia de este texto radica en que “gran parte de distinguidos miembros de esta colonia han aportado al país en casi todas las areas económicas, como comercio, agricultura, acuacultura, industria, política, etc.”, explica Cedeño.

“Mi abuela tuvo la oportunidad de tener muchos amigos de la sociedad libanesa, ya que eran personas muy echadas para adelante, muy trabajadoras, muy profesionales; y a ella le llamaba la atención que en tan poco tiempo hayan formado una sociedad tan fuerte y con una presencia muy importante a nivel empresarial. Le tomó once años de investigación, de entrevistas, de ir y venir; ella viajaba al Ecuador con frecuencia para visitar a su hijo”, detalla, por su lado, su nieta.

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Aportes que le permitieron ser parte de la Academia de Historia del Ecuador como “miembro correspondiente”, acota Cedeño.

Crawford señala que uno de los principales intereses que tuvo su abuela en sus investigaciones era el compromiso con las futuras generaciones. “Mi abuela nunca tuvo un interés comercial. Y a lo largo de la vida, en conversaciones con ella, en los mismos prólogos de sus libros o inclusive cuando ella recibió la distinción de la Academia de Historia del Ecuador, lo definía de una manera muy sencilla: que ser historiadora era también ser humanista, que implicaba una responsabilidad para futuras generaciones”.

“Ella decía que había sido muy ingenua al pensar que, con sus libros de historia, ella iba a poder modificar el curso de la vida, que iba a poder que las futuras generaciones mejoren el desarrollo del país. Ese era su único objetivo”, agrega.

Lois J. Roberts con su nieta Stephanie Crawford. Foto: Cortesía

Por esta razón, Crawford prepara una reedición de los tres libros, para además digitalizarlos y ponerlos a disposición de todos. “Tengo el interés de reeditar los tres libros en una edición conjunta, para lo que ya estamos en conversaciones con dos editoriales... Para ponerlo disponible en universidades, en bibliotecas, sin ningún tipo de valor comercial, solo para que se pueda volver a consultar, en caso de que se necesite”, dice.

La condecoración post mortem será entregada en el auditorio de la Prefectura del Guayas, este miércoles a las 15:00. El reconocimiento será recibido por Russell Crawford, hijo de Lois J. Roberts. (I)