Los recuerdos recogidos en fotografías antiguas, recortes de periódicos, objetos de la época, y demás elementos que trasladan al pasado con ayuda de las nuevas tecnologías, se conjugan en la exposición El sol de los ciervos, del artista David Uttermann, cuya inauguración será este miércoles, en La Casa Lavayen-Paredes, del Parque Histórico.

Amor, recuerdos y entereza de una ‘Nona’, en exposición de Fernando Insúa

“Se trata un poco de preservar una memoria. Me interesa más que nada el fenómeno de por qué se conservan estas cosas... “, explica Utterman en una entrevista a este Diario.

'El sol de los ciervos', del artista David Uttermann, se expone en La Casa Lavayen-Paredes, del Parque Histórico. Foto: Cortesía

En un texto escrito por él también lo explica: “Se desea mostrar cómo se puede uno reconciliar definitivamente con un pasado y permitirse volver a enfocarse en el presente, aceptar el destino de las cosas, incluso su ocaso definitivo para poder avanzar, siempre animados por el espíritu que permitió que llegue hasta nosotros”, describe.

Publicidad

La muestra reúne aproximadamente 23 obras -la gran mayoría del archivo de su familia-, que fueron parte de sus dos primeras exposiciones hace años; con esta tercera muestra cierra el ciclo, señala. Entre ellas se encuentran piezas tridimensionales realizadas a partir de una fotografía; por ejemplo, la mano de su abuelo o rostros de algunos otros de sus familiares. “De esa forma yo pude tridimensionar rostros de muchos familiares que habían muerto antes de que yo nazca, y con esta tecnología pude palpar sus rostros”, refiere.

De hecho, descubrió que imprimir en 3D la mano de abuelo fue un acto violento. Esta pieza está sobre una portada de EL UNIVERSO, del año 1927. “La fotografía de la que extraje la mano, sale mi abuelo leyendo el periódico, y como era el negativo original me pude acercar lo suficiente como para ver la fecha del periódico”, cuenta.

'El sol de los ciervos', del artista David Uttermann, se expone en La Casa Lavayen-Paredes, del Parque Histórico. Foto: Cortesía

Del mismo modo exhibe cartas, narraciones literarias, datos climáticos del pasado, diarios, postales, videos, fotografías colorizadas, registros sonoros y otros documentos, que ha podido interpretar o recuperar con ayuda de algoritmos de programación y otras herramientas de las nuevas tecnologías. La producción es realizada por Charlotte Förster; y la curaduría por Ana Rosa Valdez.

Publicidad

'Rubora 32 bits' se llama esta obra, que muestra fotografías en blanco y negro, que activan sus colores en cuanto el sensor reconoce la presencial humana. Form parte de El sol de los ciervos', del artista David Uttermann. Foto: Cortesía

El guayaquileño cuenta que esta tradición de coleccionistas en su familia podría tratarse de la intención de conservar un legado. “Hay una parte de mi familia que ha guardado por tiempos bastantes archivos, fotografías, cartas, fueron muy cuidadosos para guardar todas estas cosas... Yo creo que responde a guardar la memoria de lo que fuimos”, expresa.

‘Un jardín nuestro’, muestra interactiva en el Museo del Cacao que se mantiene hasta el 17 de abril

De algún modo, encontrarse con cartas que tuvo que leer a fondo o involucrarse con cada uno de los archivos para reconstruir una historia fragmentada, le permitieron comprender detalles esenciales de su propia historia. “En ese recorrido me pude enterar de bastantes secretos familiares, muchas cosas que explican bastantes cómo se desenvolvieron las cosas en mi propia vida, es decir, el nivel de influencia que tuvo todo ese legado en mí“, declara Utterman sobre este proceso investigativo y artístico que emprendió hace tres años, y que le ha significado una catarsis.

Publicidad

Casa Lavayen, más que una locación

'El sol de los ciervos', del artista David Uttermann, se expone en La Casa Lavayen-Paredes, del Parque Histórico. Foto: Cortesía

La Casa Lavayen-Paredes, del Parque Histórico, es un espacio que dialoga con el pasado y que conecta a sus visitantes con el Guayaquil antiguo. Su estructura se acerca a muchos de los ambientes que se aprecian en los registros fotográficos. “Yo me di cuenta de que esta Casa Lavayen era muy similar a la casa de un antepasado mío”, afirma el artista, quien decidió que su muestra fuera en espacio por el valor memorial que representa.

“Todo parte de una obra que ya estaba en proceso, que tiene testimonios arquitectónicos de mi familia, descripciones de casas en las que vivieron, casas que eran propiedad de alguno que otro familiar. Yo lo que hice fue crear una aplicación, con ayuda de un algoritmo, traducir de dibujos a fotografías; de esa forma se pudo reconstruir las fachadas de las casas que estaban en la memoria de algunos familiares”, detalla.

La muestra El sol de los ciervos estará abierta al público a partir de este miércoles a las 18:00. Se la puede visitar de martes a domingo, de 10:00 a 16:00. La entrada es libre. (I)