Cuando la lluvia cae en los suelos, después de un periodo de sequía, se produce un olor intenso que dependiendo de la región suele denominarse olor a lluvia, tierra mojada, tarabañá, geosmina o petricor (del inglés «petrichor», creado en 1964, según el «Oxford English Dictionary»).

La palabra petricor no consta en el «Diccionario de la lengua española» (DLE), de la Real Academia Española, pero está documentada en el «Observatorio de palabras» como adaptación del inglés «petrichor» en referencia al olor a lluvia. (La presencia de un vocablo en este observatorio no determina que la Academia acepta su empleo).

La esquina del idioma: El vocablo ‘lavaza’ transmite ideas desfavorables

Geosmina es otro término que no está en el DLE, pero se emplea a veces para referirse al aroma de la lluvia. Según García y Corbacho (2020), «la bacteria “Streptomyces coelicor” habita en la tierra y en la vegetación descompuesta […]. Esta bacteria segrega una molécula llamada geosmina (un metabolito volátil, ‘aroma a tierra’, en griego), que es la verdadera causante del olor a tierra mojada».

Y en algunas regiones de Argentina este olor a tierra mojada también se conoce como tarabañá, palabra que tampoco se registra en el DLE.

¿Cuál es la forma correcta?, ¿dísel o diésel?

Según la «Ortografía de la lengua española» (2010), las dos grafías se emplean en América. Se derivan del nombre propio R. Diesel, ingeniero alemán que inventó el motor diésel. Deben tildarse en la penúltima sílaba, porque son palabras graves o llanas: dísel, diésel. (F)

FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión en línea), Observatorio de palabras (en línea) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española; Oxford English Dictionary, de Oxford University Press; La bitácora de Humboldt (2020), de Manuel García González y Pepa Corbacho Jiménez.