Luego de un intermedio musical ejecutado por el artista puertorriqueño Pedro Capó, que incluyó su conocido tema Calma (Vamos pa’ la playa, pa’ curarte el alma...), la premiación de los Platino agasajó con sus preseas a los mejores actores secundarios o de reparto, en películas y teleseries.

En cuanto a películas, los mejores de la noche fueron la española Nathalie Poza, por su personaje Violeta, en La boda de Rosa, la cual aborda la necesidad de reconciliarse con uno mismo para alcanzar la felicidad. Poza confesó que “soñaba” con trabajar con Icíar Bollaín, el director de la cinta. Este papel también le concedió el Goya.

Le siguió en esta categoría el actor chileno Alfredo Castro, como el Potro en El príncipe. Esta película chilena está basada en una novela de los 70s, cuya temática explora con crudeza la historia de un joven condenado por el crimen violento de su mejor amigo, su relación con otros prisioneros y su identidad sexual. Castro no pudo subir al escenario, porque se encuentra en Bolivia haciendo cuarentena, luego de una serie de grabaciones en ese país.

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En los rubros de mejor actor y actriz de reparto en series o miniseries triunfaron el colombiano Cristian Tappan y la española Laura Mauleón.

Tappan, por su rol en El robo del siglo, como un abogado en el asalto al Banco de la República de Colombia en 1994 (disponible en Netflix). Tappan tampoco pudo recoger su premio; se retiró de la gala por una razón que los presentadores no especificaron. Su compañero Andrés Parra recibió la estatuilla por él.

Mauleón se coronó en esta categoría por representar Arantxa Garmendia Uzkudun en la serie Patria, que emite la plataforma de streaming HBO. Cuenta la historia de dos familias que pasan duros momentos durante los asesinatos y atentados del grupo terrorista ETA en el País Vasco.