¿Quién iba a imaginar que la maquinaria de Hollywood tendría que competir algún día por los premios más apetecidos del cine con empresas que producen sus propias películas y series que se distribuyen y pueden verse directamente desde la comodidad del hogar en todo el mundo?

La industria del entretenimiento cambió debido a la pandemia del COVID-19 y, aunque Hollywood ya se enfrentó anteriormente a nuevas tecnologías (la televisión, el VHS, Betamax y hasta la piratería), la industria del cine sufre actualmente una revolución de los servicios de streaming, que están cambiando las reglas que regían en cuanto a la producción, distribución y consumo. Así en paquete.

Aunque existan diferencias, el propósito de Amazon Prime (150 millones de suscriptores), Netflix (200 millones de suscriptores), Disney Plus (más de 100 millones de suscriptores), HBO Max (alrededor de 40 millones de suscriptores) y otras productoras/plataformas, es el mismo que el de los estudios tradicionales, que es el de incrementar su audiencia. Esto significa, para unos, reclutar y convencer a la gente que vaya a las salas de cine y, para otros, ganar suscriptores o usuarios a sus servicios. En todo caso, ambos confían en que los Óscar y otros premios son formas para atraer a la audiencia hacia sus producciones y lograr jugosas ganancias.

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Los Premios Óscar 2021 han sabido adaptarse a la pandemia al considerar producciones que nunca llegaron a la pantalla grande.

Cinco plataformas

La ceremonia de entrega de los premios hoy domingo 25 de abril será la ocasión para ver cuántas de las 17 producciones nominadas en varias categorías conseguidas por Netflix se alzarán con las más cotizadas, entre ellas, Mank, La madre del blues, El juicio de los 7 de Chicago, Hillbilly, una elegía rural, La vida ante sí, El tigre blanco, Fragmentos de una mujer, Cielo de medianoche; lo mismo para Amazon Prime Video con Sound of Metal (6), Borat 2 (2), Una noche en Miami (3) y Time (1); Disney Plus: Soul (3) y con una nominación: Unidos, Mulán, Madriguera y El magnífico Iván. Mientras que Apple TV peleará por llevarse una estatuilla con Wolfwalkers, que tiene una candidatura; y finalmente HBO Max con la película Collective, que estará en la contienda con dos nominaciones.

Es entendible que la cantidad de nominaciones que tiene Netflix (el año pasado tuvo 25) se debe a que la plataforma de streaming tiene en su agenda varias estrategias que le han funcionado para aumentar sus suscriptores, como por ejemplo, invertir por proyectos de cineastas a quienes se les dificulta conseguir fondos frente a franquicias tan conocidas como Marvel o DC.

Pero el camino recorrido por las plataformas de streaming no ha sido fácil. En años anteriores, los roces entre Netflix y la industria cinematográfica se hicieron más palpables cuando se prohibió que sus producciones se exhiban en el Festival de Cannes porque los organizadores aducían que era una competencia desleal.

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En una nota de The New York Times, el cineasta Steven Spielberg dijo: “Pantalla grande, pantalla chica, lo que me importa realmente es una gran historia y todos deben tener acceso a las grandes historias”. Y lo aplaudieron porque en todos los ámbitos de la sociedad mundial las personas no tuvieron más remedio que adaptarse a la nueva realidad debido a la pandemia. Pero otro renombrado director estadounidense no está de acuerdo con esta afirmación. Martin Scorsese emitió un cuestionamiento sobre el futuro del cine tras la explosión del modelo de negocio impulsado por las plataformas de streaming.

En la revista Harper’s, Scorsese lamentó que con los servicios de películas y series por internet se desvirtúe el carácter artístico de ciertas obras, eclipsadas por un agresivo modelo de negocio. “Hace tan solo 15 años, el término ‘contenido’ se escuchaba solo cuando la gente hablaba del cine en un nivel serio, y se contrastaba y medía en función de la ‘forma’. Luego, gradualmente, fue utilizado cada vez más por las personas que se hicieron cargo de las empresas de comunicación, la mayoría de las cuales no sabían nada de historia del arte”, dijo el director de Taxi Driver, quien reconoció que se ha beneficiado de plataformas como Netflix cuando se exhibió su película El irlandés.

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Frente a todo esto, los miembros de la Academia reaccionaron y anunciaron los cambios que afectarán a los Premios Óscar de este año, como aquel que señala que podrán ser nominadas las películas que se hayan estrenado de forma directa en una plataforma de streaming.

Pero ojo, esa decisión durará hasta que las salas de cine abran con aforo permitido. David Rubin, presidente de la Academia, dijo: “La mejor forma de experimentar la magia de las películas es verlas en un cine. Nuestro compromiso con eso es inalterable e inquebrantable”.

Es notorio que, ante esto, a la Meca del cine se le ha complicado el escenario porque los servicios de streaming llegaron para quedarse, tanto así que Netflix ya es reconocido como estudio de producción por la Motion Pictures Association of America (MPAA). ¿Por qué no?, ha generado contenido de muy alto nivel de producción.

La entrega de la estatuilla dorada se retrasó el 2021 (sería el 28 de febrero) por primera vez en 40 años. En esa ocasión, en 1981, se recomendó aplazarla por un día ya que hubo un intento de asesinato del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.

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Para la gala de hoy, los productores del Óscar insistieron en evitar el enlace de video (tipo Zoom) para los asistentes, ya que a eso se atribuye la baja audiencia en otras importantes entregas de premios. Por eso, los presentes al acto se limitarán a los nominados, sus invitados y presentadores, para mantener a todos a salvo.

Sin cines ni llamativos estrenos de alfombra roja, el 2020 dejó a muchas productoras con una difícil elección: lanzar sus filmes directamente a los servicios de transmisión o archivarlos temporalmente mientras el mundo se enfrenta a la pandemia. Mientras tanto, usted puede ver las películas nominadas al Óscar en las distintas plataformas ahora mismo desde la comodidad de su casa y sin peligro de contagio. (I)