La vida del prolífico “rey del porno italiano”, última propuesta de la Mostra

El Festival de Venecia anunció hoy la proyección fuera de concurso de un documental sobre la vida de Joe D’Amato, un director con más de cien películas a sus espaldas y que exploró todos los géneros, desde el terror a la pornografía.

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La cinta Inferno rosso. Joe D’Amato sulla via dell’eccesso (Infierno rojo. Joe D’Amato en el camino del exceso, en español) ha sido dirigida por Manlio Gomarasca y Massimiliano Zanin y será presentada en la Mostra por el danés Nicolas Winding Refn.

Se unirá a la sección “Proyecciones Especiales”, junto a otras dos películas sobre la pandemia de coronavirus: Il cinema al tempo del Covid (El cine en tiempos del Covid) y Le sette giornate di Bergamo (Los siete días de Bérgamo).

El nuevo documental aborda la vida de Aristide Massaccesi, alias Joe D'Amato (Roma, 1936-1999), un poliédrico director con cientos de títulos y que cultivó todo tipo de géneros, desde el terror hasta el erótico, la pornografía o el Spaghetti Western.

Su séptima película, Sesso nero (1980), es considerada la primera pornográfica de Italia.

"Uno, ninguno, cien géneros encerrados en un solo autor. Una vida valiente, loca, despreocupada, pero dedicada a una única, incontenible y catastrófica obsesión, el set de rodaje", se presenta en La sinopsis de la película.

Sus directores alegan que hablar de Joe D'Amato significa "contar la historia del cine de autor italiano" pero también "la extraordinaria vida de un hombre que ha sacrificado todo por su gran obsesión, el cine".

Winding Refn, uno de los "chicos malos" del cine europeo y que participó en la producción, apuntó que "la originalidad se manifiesta en muchas formas" y por eso: "Os guste o no, Joe D'Amato es una supernova", ha señalado en un comunicado.

Massaccesi aprendió el cine desde niño y en su juventud, trabajando en el taller de reparación de cámaras de su padre y de su abuelo, conserje de las oficinas del Instituto LUCE, el ente cinematográfico del Estado italiano.

Accedió al mundo del cine con diferentes roles como operador, ayudante o electricista y sus primeros rodajes fueron los de películas de grandes del cine italiano, como Franco Rossi, Dino Risi o Vittorio De Sica.

Trabajó como operador de cámara de Jean Luc Godard en Le Mépris (1963) y siguió con él como director de fotografía.

No obstante, tras encargarse de la fotografía de más de cincuenta películas de diferentes autores, pasó él mismo a la dirección, pero también a la producción, a la interpretación y al rodaje por sí solo, como un “artesano del cine”, como se definía.

Guiado por una estética extremista, con sus películas D’Amato llevó al espectador al límite con sus cintas, que pasan del lúgubre género del terror a la pornografía, la comedia, el thriller, lo histórico o el famoso western a la italiana.

En definitiva, un director que hizo de todo, pero que también se vio arrastrado por una vida difícil y plagada de deudas a raíz de sus múltiples fracasos como productor. (I)