Reino Unido (AFP).- El bucólico condado de Hertfordshire, típica imagen de la campiña inglesa con sus campos cultivados y pueblos pintorescos, acumula además ahora enormes estudios cinematográficos. Gracias a la explosión del streaming, se está convirtiendo en un centro de la industria del entretenimiento.

Situada a unos 30 kilómetros al norte de Londres, la pequeña localidad de Broxbourne y sus 15.000 habitantes se verán pronto la instalación de los Sunset Studios, que ocuparán casi 37 hectáreas en el extremo sur de la ciudad, junto a un campo de cereales.

Iglesia de Santa María en Hitchin, Hertfordshire, Inglaterra, vista desde el Mercado Central. Foto: Shutterstock

“Esta ubicación era realmente nuestra primera opción para algo de esta magnitud”, explica a la AFP Victor Coleman, director de Hudson Pacific Properties, que cofinancia el proyecto con el fondo de inversión Blackstone.

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Con el crecimiento de plataformas como Netflix y los retrasos de rodaje acumulados durante la pandemia, los estudios cinematográficos se vieron rápidamente desbordados este verano, lo que allanó el camino para esta expansión.

Tanto es así que, a pesar de que un mundo y miles de kilómetros separan el bucólico condado de Hertfordshire de Hollywood, esta región inglesa, ya infatuada por el cine, se está convirtiendo en un auténtico centro de la industria.

“Creemos que esta región será la zona de producción hacia la que la gente querrá gravitar”, afirma Coleman, para quien esto se explica por su patrimonio cinematográfico y su infraestructura industrial.

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El condado, con una población de 1,2 millones de habitantes, ha sido escenario de importantes producciones de Hollywood durante varias décadas, como las trilogías originales de La Guerra de las Galaxias e Indiana Jones, vinculadas a los estudios Elstree.

Hatfield House es una casa de campo situada en un gran parque, al este de la ciudad de Hatfield, en el condado de Hertfordshire. Foto: Shutterstock

Otros grandes estudios ya están ubicados aquí, como el de Warner Bros en Leavesden, famoso por la saga de Harry Potter.

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Beneficios económicos

Pero el “apetito voraz de contenidos” a escala mundial aceleró las cosas y llevó a Hudson Pacific -propietaria del estudio de Los Ángeles que produjo Lalaland- a invertir 700 millones de libras (960 millones de dólares, 818 millones de euros) en Sunset Studios.

El nuevo complejo, cuya construcción debe durar dos años y medio, tendrá hasta 25 escenarios para acoger todo tipo de rodajes, pero estará dirigido especialmente a grupos como Amazon y Apple.

De hecho, las producciones cinematográficas son consideradas ahora “secundarias” por los operadores, en comparación con las series de televisión o las producciones para los gigantes del streaming.

Construido junto a la autopista más transitada del país, el enorme estudio de Broxbourne proporcionará la “escala, la conectividad y la base de competencias” necesarias para este tipo de producciones, asegura Coleman.

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El nuevo proyecto y los planes de ampliación de otros estudios son un revulsivo para el condado, afirma Hannah Macleod, de Creative England, la asociación encargada de fomentar los rodajes en el país.

Ofrecen “una oportunidad adicional para que las comunidades locales se beneficien del prestigio, las oportunidades de empleo y los beneficios económicos que genera la industria”, asegura.

Se espera que Sunset Studios cree más de 4.500 puestos de trabajo y aporte 300 millones de libras al año a la economía de Hertfordshire.

Triángulo de oro

Cathedral e iglesia de de San Albán en Hertfordshire, uno de los cuarenta y siete condados de Inglaterra, Reino Unido. Foto: Shutterstock

A unos 30 km al oeste de Broxbourne, el distrito de Dacorum es también un destino de rodaje imprescindible.

Con su idílica campiña, sus pintorescos pueblos y sus centros urbanos más modernos, el distrito ha acogido muchas producciones en los últimos años, como “Afterlife” (Netflix), de Ricky Gervais.

Hertfordshire se ha “despertado por fin a lo que hay en su puerta”, considera Jo Beckett, encargada de buscar localizaciones para grandes producciones.

En su opinión, fue el desarrollo de los estudios Warner Bross, construidos en un aeródromo de la Segunda Guerra Mundial, lo que impulsó la zona hasta convertirla en un “centro neurálgico” de la industria e incluso en un “actor principal de Hollywood”.

Las dificultades y los excesivos gastos asociados al rodaje en Londres también han llevado a los cineastas a abandonar la capital en favor de un “triángulo de oro” al noroeste de la ciudad que se extiende desde Hertfordshire hasta los estudios Shepperton, subraya Ian Heard.

Asegura que los productores prefieren ahora rodar en localizaciones situadas a menos de 40 km de su base -a menudo los estudios-, lo que ha beneficiado a la región.

“Todo el mundo busca la facilidad” y “todo es cuestión de costes... y de mantenerlos bajos”, resume.