Para referirse a ‘un periodo, etapa o fase de un proceso’, se recomienda la palabra «estadio» (sin tilde), que también se emplea con el sentido de ‘recinto de grandes dimensiones para competencias deportivas’. Ejemplos: «En el futuro se podrían detectar las enfermedades en un estadio inicial». «Le gusta correr en los exteriores del estadio de su pueblo». La forma con tilde (estadío) no tiene prestigio, aunque suele registrarse en contextos médicos.

Este vocablo ingresó al «Diccionario de la lengua castellana» en 1732 (siglo XVIII), con los sentidos de ‘lugar público, cuyo espacio es de 125 pasos geométricos (octava parte de una milla, que se regula por mil pasos), para ejercitar en la carrera a los caballos’; ‘lugar para el ejercicio y prueba de los hombres, así como en correr y luchar’. En 1853 (siglo XIX) se registró el significado de ‘cada uno de los periodos o grados de una enfermedad y particularmente de los tres tiempos que presenta un acceso de fiebre intermitente’.

En el «Diccionario panhispánico de dudas» se indica que «el uso del latinismo ‘stádium’ es innecesario, y se debe más al influjo inglés que a razones cultistas: “Salimos para el ‘stádium’ El Campín, a ver el segundo juego entre el Millonarios y el Real Madrid” (Che/Granado Viaje [Arg. 1992])». También se puntualiza que «es inadmisible la forma “estádium”, que no es ni latina ni española».

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Etimología: Se originó del latín «stadium», y este a su vez surgió del griego «stádion» (medida determinada). (F)

FUENTES: Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española, de la Real Academia Española; Diccionario de la lengua española (versión en línea) y Diccionario panhispánico de dudas (2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Real Academia Nacional de Medicina de España <https://www.ranm.es/>.