Desde hace más de cincuenta años el rock ha estado presente en nuestras tierras, trayendo consigo un sinnúmero de historias y anécdotas. Muchas de ellas estuvieron recopiladas en seis capítulos de la serie documental de Netflix, Rompan Todo.

Dirigida por Picky Talarico, cuenta con la producción ejecutiva del ganador del Oscar Gustavo Santaolalla, quien junto a artistas como Charly García, Café Tacvba, Jorge González (Los Prisioneros), Aterciopelados, Julieta Venegas y más, se encarga de contar su visión de cómo fue la formación del rock en América Latina.

"El rock & roll es un medio de comunicación, y sería ilógico que nosotros, habiendo millones de personas en el mundo que hablamos el idioma de Cervantes no tuviéramos nuestro propio rock & roll", fue la frase con la que inició el mexicano Alex Lora, quien ha tenido una participación legendaria en el rock de su país, junto a su agrupación El Tri, y tiene razón; precisamente quienes comenzaron con la idea de traducir canciones de Elvis Presley o Ritchie Valens, lo hicieron con el
cuestionamiento de por qué no existían temas de este género musical que pudieran cantarse en castellano.

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Los Teen Tops y Los Locos del Ritmo fueron algunos de ellos. Hay dos aspectos fundamentales para el desarrollo del contenido de la serie. Por un lado, cuenta con un archivo audiovisual inédito impresionante; historias narradas por sus protagonistas, anécdotas de giras y conciertos, y detalles sobre cómo la industria formó parte de este recorrido.

Sin embargo, muestra lo que ocurrió en ciudades como Buenos Aires y Ciudad de México, con participaciones fugaces de Santiago de Chile, Bogotá, Lima y Montevideo, sin siquiera mencionar países como Ecuador, Paraguay, Bolivia, ni Brasil, que sin duda alguna ha sido una pieza clave del rock latinoamericano, con artistas como Raul Seixas y Os Mutantes, por mencionar algunos.

Sí, la información brindada es muy emotiva, ya que ver a los artistas abordar el rock como ideología más que como género musical puede impresionar al espectador, pero no hay que centralizar el concepto de Latinoamérica únicamente a sus capitales culturales.

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Haciendo esto a un lado, es cautivador el vínculo que se muestra entre el rock y aspectos sociales, políticos y culturales; cómo la música ayudó en distintos lugares a combatir dictaduras y represiones militares, o por lo menos cómo sirvió para soportar estas épocas de inmensa zozobra.

Rompan Todo retrató de manera pulcra el paso de los niños que soñaban con tocar instrumentos y cantar en canales de televisión, a los rebeldes cuyos gritos generaron ecos en marchas y protestas. Además de generar esperanza en su capítulo final al decir que el rock sigue existiendo, trata de darle el toque de empoderamiento femenino del que había carecido en los primeros, mostrando a diversos artistas diciendo que actualmente, el rock es la mujer.

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A su vez, se mantuvo la postura de conservar el concepto de rebeldía e innovación, más que industrializarlo como un género nada más. El rock sigue vivo indudablemente, de lo contrario no estaríamos hablando de ello más de cincuenta años después de su creación. (O)