Una de las películas más galardonadas de la reciente edición del Festival Internacional de Cine de Guayaquil fue El niño de los mandados, filme colombiano, dirigido por Carlos Del Castillo, que logró cautivar al jurado con una historia inspirada en hechos reales.

Es la primera vez en la historia del festival que una misma película gana cuatro de los premios más importantes. El triunfo lo logró en las categorías mejor largometraje ficción, mejor director, mejor actor (el niño Wilmer Amado Suárez) y mejor dirección de fotografía (Robespierre Rodríguez).

Además, la película argentina El desentierro fue condecorada con dos Iguanas Doradas por mejor actriz (Claudia Schujman) y mejor guion (Claudio Perrín). Al igual que La casa de los conejos, una coproducción de Argentina, Francia y España que triunfó en las categorías de mejor dirección de arte y mejor edición.

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Ecuador fue galardonado con Memorias de un roble como mejor cortometraje universitario, proyecto de la Universidad Católica de Guayaquil, al igual que Chigualo, que fue dirigido por Christian Rojas, que ganó como mejor cortometraje guayaquileño y también se alzó con un premio como mejor cortometraje ecuatoriano. (I)