Cerrar las librerías durante tanto tiempo era impensable, pero la pandemia llevó a vivir esta experiencia. “Esta pandemia nos tomó a todos de sorpresa...”, dice Susana Galarza, gerenta general de Mr. Books.

“Es la peor crisis que hemos soportado. La librería cerrada no genera ni un centavo y hay que pagar sueldos”, comenta Mónica Varea, fundadora de la librería Rayuela, de Quito.

Por su parte, Oswaldo Almeida, presidente de la Cámara Ecuatoriana del Libro núcleo de Pichincha, fundada en 1978, asegura que el sector editorial se encuentra paralizado desde que se inició la crisis por el coronavirus. “Librerías, editoriales, imprentas, distribuidores y demás actores de la cadena productiva del libro no hemos podido trabajar...”, afirma Almeida, y agrega que se ha calculado que aproximadamente 150 000 puestos de trabajo se encuentran en riesgo, en esa cifra se incluye a todos los actores de la cadena productiva del libro, que empieza con el autor y termina en el punto de venta.

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Galarza dice: “Nosotros hemos optado por no despedir personal, hemos mantenido a toda la planta, hemos llegado a acuerdos como el tema de vacaciones y la gente está totalmente predispuesta...”. Indica que aproximadamente tienen 130 colaboradores entre Mr. Books y Librimundi, que se dividen en 11 locales, distribuidos en Manta, Ambato, Guayaquil y Quito. Dotan de libros y revistas a unos 150 locales de supermercados del país. "Entre Mr. Books y Librimundi tienen entre 85 000 y 87 000 a nivel de diferentes libros. Entre las bodegas y tiendas más de 400 000 libros", apunta.

Para Germán Gacio, secretario de la Asociación de Editores Independientes del Ecuador, "el escaso número de librerías en el país y su concentración exclusiva en las pocas en grandes urbes, presenta un denominador común: baja utilidad anual debido a los altos costos fijos (arriendos, recursos humanos, contribuciones sociales) y el mínimo margen de ganancia que presenta el producto/bien ofrecido".

Y acota que "para negocios pequeños y medianos, sin mayor respaldo financiero, esto implica dos formas de costos fijos mensuales difíciles de afrontar sin un ingreso corriente. Al igual que buena parte del mundo editorial, las librerías pequeñas y medianas son proyectos culturales además de comerciales, y su éxito depende del mediano y largo plazo, del modo en que funcione como un ámbito de referencia y de dinamización cultural. La ruptura de ese proceso de acumulación tiene efectos duraderos en la vida cultural".

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Galarza añade que otros de los impactos de la crisis, porque manejan alrededor de entre 400 y 500 editoriales, fue frenar de golpe las adquisiciones, las importaciones. "Todo esto viene teniendo siempre un ritmo de reposiciones de acuerdo a ventas y de sobre todo pedir las novedades con tiempo, entonces nos hemos quedado limitados de esto...", asegura.

El sector editorial está ligado a las librerías ¿cuál ha sido el efecto de la crisis en las editoriales? "La parálisis presentada por el estado de emergencia sanitaria conlleva a que ciertas tareas puedan llevarse a cabo vía teletrabajo como son las administrativas, contables, de producción intelectual, diseño. Pero las acciones fundamentales de esta microeconomía, impresión y venta comercial, está completamente paralizada, a excepción del modesto mercado del libro digital", responde Gacio.

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Según la Superintendencia de Compañías, el "número de compañías activas en el país dedicadas al comercio al por mayor y menor en librerías y papelerías reúne a 423" en total, cifra registrada hasta el 25 de mayo del 2020.

En la Costa hay 224, Guayas lidera con 214, de esta provincia, Guayaquil tiene 201. En la Sierra hay 197, Pichincha ocupa el puesto uno con 170. En tanto que en el Oriente solo dos, una en la provincia de Orellana y la otra en Sucumbíos.

Soluciones

Ante la crisis, rápidamente buscaron nuevas estrategias y aprovecharon las redes sociales o plataformas para no perder esa conexión con sus lectores o clientes, lo que supuso superar los retos. Y esto también les ha servido como una forma de caminar en un puente colgante que va de lado y lado, por la temida crisis económica que vive Ecuador sin saber aún cuál será el final.

Según Varea, el mayor reto fue poner a funcionar “el servicio a domicilio en un país que ha dejado ver la precariedad de los servicios de internet, de transporte y financieros”.

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En tanto que Galarza indica que la pandemia ha hecho que en Latinoamérica o al menos en Ecuador por necesidad la gente aprenda y se sume al uso del sistema electrónico, el cual antes de la emergencia era empleado con menos frecuencia que en la actualidad, esto por la desconfianza y el temor al uso de las tarjetas de crédito en las transacciones online. Señala que también uno de los mayores retos ha sido mentalizar a sus colaboradores de lo serio que es la pandemia, y a su vez mantenerlos motivados, además desaduanizar las importaciones que llegaron en los días más críticos de la crisis.

A esto se añade, según Gacio, también propietario de La Caída Editorial y la Librería Palier Café Libro/Corredor Sur, ubicadas en Cuenca, el desafío para las librerías y editoriales de “replantear todo su calendario, de publicaciones en un caso y de adquisiciones o compromisos de pagos en otro”.

Tecnología

Galarza señala que una vez superado el shock de la crisis sanitaria a partir de abril, empezaron a diseñar el nuevo modelo de entrega a domicilio y repotenciaron los sitios web de Mr. Books y Librimundi, que ya venían funcionando pero no con la regularidad que tomaron en las últimas semanas.

Tanto Rayuela como Mr. Books y varias librerías en el país han desarrollado actividades que han tenido respuesta positiva del público.

Varea desarrolló el Taller de narrativa personal. “Pensé que perdería su encanto al ser virtual, pero no. La empatía con los talleristas no se pierde a través de la pantalla”, afirma.

En tanto que en Mr. Books, según Fernanda Villagómez, gerenta de Marketing, han realizado 'Conéctate con la lectura' en Facebook e Instagram, mediante transmisiones en vivo, 29 en total, alcanzando a aproximadamente 164 000 personas. Participaron autores ecuatorianos, colombianos, españoles y argentinos. Entre los ecuatorianos estuvieron María Fernanda Heredia, Gastón Calderón, Óscar Vela, Sandra Álvarez, Bonil y Sabrina Duque.

Además desarrollaron talleres literarios gratuitos, en los cuales se abordan varias temáticas como autores y marketing, a través de Zoom, han efectuado siete y más de 600 personas se inscribieron. También cuentan con un playlist en Spotify.

Libro digital

El libro digital existe hace más de una década, comenta Gacio, y no ha había logrado representar ni un 5% del comercio total en países avanzados tecnológicamente, pero la emergencia sanitaria global está trasladando un volumen más alto al libro digital, pudiendo verse aumentos de hasta el 200% en algunos países. Sin embargo, aún sigue siendo modesto la porción de mercado de los eBooks. "Por supuesto, que este cambio hace repensar a todo el mundo editorial sobre la importancia de comenzar a considerar el libro digital como un anexo útil más a la hora de publicar", sostiene.

Galarza indica que los eBooks que si bien tuvo fuerza en Estados Unidos hace unos cinco o seis años, pero en todo lo que es habla hispana, la venta era un porcentaje que no llegaba ni al 1%, pero hoy con la pandemia cree que se ha incrementado. "Digo creo porque acá en Ecuador sí existe la lectura en libro electrónico, pero que tampoco es en un porcentaje muy alto, nosotros estamos visualizando como para hacer una inversión, porque tener la plataforma no es tan sencillo sobre todo si es que se respeta la parte legal...", afirma, y acota que deberá ser un proyecto que vaya despacio sobre todo porque actualmente "como todos estamos este momento sin mucha liquidez".

Reapertura

Almeida dice que están “trabajando, ejerciendo la presión y el seguimiento necesarios para que el apoyo ofrecido por el Gobierno sea una realidad”. Asimismo, que han tenido jornadas de capacitación a los socios sobre temas de reacción empresarial y de índole laboral. Están impulsando la Maratón del Cuento, que se realizará a finales de mayo de manera virtual, como antesala a la organización de la Feria del Libro de Quito 2020 en formato virtual. "Seguimos atendiendo todos los servicios de la Cámara, incluyendo la atención de ISBN que damos a todo el país. No descansaremos en el apoyo que debemos dar a los socios y a todo el sector editorial", recalca.

Mr. Books, además de continuar con las actividades virtuales e incentivando a la lectura, según Galarza, ha mantenido conversaciones con los centros comerciales para tratar los protocolos a seguir una vez abiertos los locales, pero como propietarios de sus tiendas también cuentan con un protocolo de seguridad para evitar la propagación del virus.

Ofrecen plan de apoyo para sector

Para apoyar al sector editorial, Gacio comenta que han contribuido como intermediarios entre las pequeñas editoriales y el Estado a la hora de ser representadas en diálogos con las instituciones. "La parálisis de las ferias nacionales e internacionales ha generado que la principal función de la Asociación (conseguir espacios colectivos en estos eventos) haya cesado completamente", asegura.

Por su parte, Almeida, quien también es gerente general de la Editorial Océano, indica que desde la Cámara están haciendo las gestiones pertinentes con el Gobierno, a través del Ministerio de Cultura y Patrimonio. En abril pasado solicitaron al Gobierno que durante la cuarentena se abran líneas de crédito emergente para que las empresas del sector puedan tener liquidez durante la cuarentena, para luego, una vez que retomen las actividades comerciales puedan ir pagando a largo plazo. Almeida indica que la "respuesta del Gobierno fue que se está trabajando en un Plan Integral de Contingencia para apoyar al sector editorial...".

"Hemos insistido en la necesidad de que el sector editorial sea tomado en cuenta en el cronograma de inicio de actividades comerciales que está dictaminando el Gobierno, ya que consideramos que el libro es un bien que debería ser tomado en cuenta como un producto de primera necesidad. El daño psicológico y emocional que está sufriendo nuestra sociedad es enorme en medio de todo el temor y encierro, el libro entre sus múltiples beneficios por medio de la lectura, tiene el aportar positivamente a sobrellevar situaciones como esta. A esto debemos añadir que los libros de carácter didáctico también se vuelven necesarios para los alumnos de edad escolar que se han visto obligados a recibir su formación académica bajo un esquema improvisado, donde los padres han tenido que suplir muchas destrezas de los maestros y para ello necesitan el material de apoyo impreso", refiere.

Juan Fernando Velasco, ministro de Cultura y Patrimonio, señala a este Diario que desde esta cartera de Estado lanzaron el Plan Integral de Contingencia para las artes y la cultura, en el cual está la generación de protocolos de reglamentos y normativas para que dentro de las actuales condiciones y restricción que plantea la emergencia, las diferentes instancias del arte y la cultura puedan seguir desarrollándose, por lo que en ese sentido en las líneas de fomento que saldrán esta semana del Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividad está incluido el tema editorial.

Asimismo indica que están trabajando en un protocolo que permita que las librerías puedan retomar su atención y haya un protocolo de entrega a domicilio. "Este protocolo lo que busca es prevenir el contagio y precautelar tanto del trabajador como del cliente. Esto sería para todas las editoriales, librerías y empresas del sector editorial, y todo el personal de trabajo a nivel nacional", afirma.

De acuerdo con Velasco, mañana tienen previsto presentar al COE nacional la propuesta de protocolo, junto con otros protocolos para las actividades relacionadas al arte y la cultura.

En cuanto a los créditos, Velasco señala que los préstamos que se ofrecen por primera vez para el sector del arte y la cultura, de manera específica a través de BanEcuador con el producto Impulsa cultura, el requerimiento es pertenecer al Registro Único de Artistas y Gestores Culturales, en el cual están “los artistas y los gestores culturales, sean estos personas naturales o jurídicas, como una librería, editorial, etc.”.

Datos

Según cifras de la Cámara Ecuatoriana del Libro núcleo de Pichincha, el registro de títulos con ISBN, entre enero y abril del 2019 fue de 1 808 títulos, en el mismo periodo de este año 1 700 títulos.

Respecto al registro de ejemplares, de enero a abril del 2019, fue de 2 754 536 ejemplares, en el mismo periodo del 2020, 1 342 842 ejemplares.

"El déficit de menos del 51% con respecto a los ejemplares registrados en el mismo periodo del año pasado corresponde de forma directa a la paralización de la impresión de libros de textos educativos debido a la emergencia sanitaria a causa del COVID-19", explica Boris Jaramillo, director ejecutivo de la Cámara, la cual es representante en Ecuador de la Agencia Internacional del ISBN, que es el código normalizado internacional para libros, que sirve como un identificador de producto utilizado por editores, libreros, tiendas online y otros participantes en la cadena comercial para pedidos, listados, registros de venta y control de existencias. El ISBN identifica tanto al titular como a un título específico, su edición y su formato.

La Cámara tiene 180 socios, entre pequeños, medianos y grandes editores, libreros, distribuidores, placistas y revisteros de Quito - en su mayoría-, y también de Guayaquil, Ambato, Riobamba y Loja.

En tanto que la Asociación de Editores Independientes del Ecuador reúne a cinco editoriales, Doble Rostro, Mecánica Giratoria, Turbina, Contra el viento y La Caída. Las cuatro primeras de Quito y la última de Cuenca. (I)