El martes 10 fue su último día de rodaje. La nostalgia de dejar los estudios de grabación la compartió en su cuenta de Instagram con una foto y video en la que aparecía junto con los dos actores que interpretan a sus abuelos en el nuevo seriado de Ecuavisa.

El guayaquileño Eduardo Maruri Plaza es el protagonista de Sí se puede, serie que centrará su historia durante el periodo de septiembre del 2000 a noviembre del 2001, antes de la clasificación de la selección ecuatoriana de fútbol al mundial.

Esta semana tiene previsto regresar a Los Ángeles, en donde reside desde los 16 años. La telenovela ha sido su boleto de regreso a Ecuador, su reconexión con su familia y el descubrimiento de su ciudad.

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“Todavía no me lo creo, de chiquito siempre jugué fútbol, nunca fui de los mejores, pero jugué en el equipo de colegio y siempre estuve jugando y de delantero y me acuerdo que de chiquito, Kaviedes era mi ídolo y una parte de mí, como cualquier niño que le gusta el deporte, quería ser futbolista”, afirma Maruri.

Este es su primer papel televisivo. A sus 24 años, el Nine –como se conoce a Kaviedes– ha sido el alter ego de Maruri durante seis meses aproximadamente, para adentrarse a una historia con la quiere inspirar a la audiencia.

“Este era el personaje que me iba a llegar, era mi personaje. Aparte mido lo mismo que Kaviedes, tenemos el mismo color de ojos. Estaba escrito para mí esto, era parte de mi destino y comenzar mi carrera en mi país con este papel protagónico”, cuenta el actor que también ha estado involucrado en la escena teatral.

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La audición para la telenovela significó su retorno al país, después de una llamada de Gonzalo Cubero, entonces responsable de conseguir talentos para el Canal del Cerro. “En verdad me la jugué un poquito, porque era solo venirme a Ecuador para un casting, desempaqué mi cuarto y me dije: ¿sabes qué? me voy con todo y si sale, sale”, recuerda Maruri, quien se formó actoralmente en Estados Unidos.

No tiene poses, se muestra desenfadado, sencillo y seguro de lo que hace. El fútbol ha sido parte de su familia. Su padre, el empresario Eduardo Maruri, fue presidente del Barcelona Sporting Club entre el 2008 y 2010. “De alguna manera el fútbol sigue regresando a mi vida, yo pensé que ya después de que mi papá salió del Barcelona me separé un poco del fútbol ecuatoriano”, menciona Maruri, quien guarda una foto junto a Kaviedes, cuando tenía 12 años.

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“Quien diría que 12 años después estaría interpretándolo a él”, comenta con asombro. Para su papel, la investigación ha sido constante. Con Kaviedes compartió en el campo de juego, donde vio su pasión por este deporte y aprendió de primera mano, los secretos y técnicas del exseleccionado.

“Pasé todo un fin de semana con Kaviedes en Santo Domingo, de entrada, tuvimos una conexión como panas, me dejó preguntarle de todo, ese fin de semana hice un estudio a fondo de Kaviedes”, recuerda Maruri, quien recalca que el delantero le enseñó que la cancha es un lienzo y el balón su pincel. “En el mundial 2006 contra Polonia, entró y estaba frente del arco y en lugar de meter el gol le dio pase al Tín Delgado para que él la empuje, él prefería ser generoso y eso dice bastante de él”, acota.

Su padre es quien lo guía sobre las decisiones profesionales, su madre es quien lo estuvo cuidando a diario con respecto a su alimentación, ejercicios. “Los dos son importantísimos para mí.”

“No sé que va a pasar con mi vida inmediatamente, la vida del actor es así. Con este trabajo me siento tranquilo”, afirma Maruri quien quiere ir a México para probar suerte hasta conseguir un espacio en una plataforma como Netflix, su siguiente meta. (E)

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