Airbnb busca a 100 buenos cocineros del hogar a quienes consentirá con un viaje a Italia para que aprendan cómo mejorar sus recetas bajo la guía de maestros que incluyen a David Chang y su mamá.

El concurso para ganar un lugar una escapada de cinco días a una escuela de cocina en Pollenzo, Italia (no incluye el desayuno). está abierto para 30 países. Los únicos que podrán hacerlo de América son Estados Unidos, Canadá (excepto Quebec) y México.

De acuerdo a las reglas, para optar por el viaje los participantes deben ser mayor de 18 años y residente en los siguientes países o regiones: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá (excepto Quebec), China, Corea del Sur, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, India, Irlanda, Italia, Japón, Malasia, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Tailandia y Taiwán.

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Se realizará en cuatro cursos. Hay 25 plazas disponibles para cada curso, que comenzarán el 15 de junio, 22 de junio, 29 de junio o 6 de julio de 2020. 

Los elegidos viajarán a la Universidad de Ciencias Gastronómicas en Pollenzo, Italia, para una semana de talleres y pruebas que llevarían su comida “al próximo nivel”. Sus recetas además se incluirán en el primer libro de cocina de Airbnb.

Las solicitudes para concursar abrieron el lunes. Los usuarios de Airbnb de 18 años o más, que vivan en uno de los cerca de 30 países elegibles, podrán nominar a sus cocineros favoritos. La fecha límite es el 23 de diciembre.

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Los ganadores serán seleccionados por representantes de Airbnb, la organización Slow Food y la Universidad de Ciencias Gastronómicas.

El concurso es parte de una iniciativa de Airbnb por incursionar en las artes culinarias. La compañía también tiene un nuevo programa, Cooking Experiences, para conectar a sus usuarios con pequeños talleres ofrecidos por familias, cocineros y granjeros en más de 75 países.

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La idea es que anfitriones locales se reúnan para discutir cómo usar los ingredientes, reciban a los usuarios en sus hogares y les enseñen cómo preparar platillos tradicionales, desde enchiladas en la Ciudad de México hasta platos uzbekos en Nueva York.

“A diferencia de las típicas clases de cocina, que pueden sentirse intimidantes o demandantes, en el centro de cada experiencia está la conexión humana; gente reunida para hacer y compartir una comida”, dijo Airbnb en un comunicado. (E)