Como parte de su gira Silicone Tour, que promueve el lanzamiento de Macho, el segundo álbum de la banda capitalina Tonicamo, el viernes pasado en el bar Viva La Música se dio un show sin igual a cualquier otro brindado en la ciudad.

“Vamos a sudar bastante”, dijo Javier Masache (sintetizadores, voz) acompañado de Pablo Dávila (guitarra y voz), Efrén Astudillo (guitarra y voz), Nicolás Muñoz (bajo) y César Mena (batería y secuencias).

Más allá de un concierto de rock o indie hubo muchos matices y mezclas que fueron desde el funk, pop, rock alternativo, hasta algo mucho más moderno y vigente como el trap.

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Buenas armonizaciones entre las voces, vestimentas extravagantes, maquillaje y mucha energía fueron gran parte de lo que proyectó Tonicamo y lo que notoriamente pude percibir.

Algo muy importante que tengo que remarcar es la actitud de la agrupación; la ironía es un arma importante para ellos. Todo este histrionismo que se ve en la puesta en escena no es sin sentido. Tratan de comunicar algo aún más importante de lo que se puede observar. Romper estereotipos ofensivos y generar conciencia sobre estos, es lo que buscan con este nuevo material discográfico.

Durante su presentación algunos de los integrantes van desprendiéndose de sus atuendos paulatinamente, como un sinónimo de perder la vergüenza y olvidar muchos de los tabúes que aún conservamos como sociedad.

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Discokette, Vidrios (en compañía del rapero guayaquileño André Farra), su éxito Turbo Kid (que también cuenta con un remix disponible en Spotify, junto a Delfín Quishpe), Acero y Helipuertos junto a Paolo Thoret (de Vírgenes Violadoras) fueron algunos de los temas interpretados esa noche.

Macho aún no se encuentra disponible en las plataformas de distribución, para fomentar el consumo del disco en formato físico. Pueden adquirirlo en las redes sociales de la banda (@somostonicamo). (O)