Las manos le sudaban, su mirada denotaba ansiedad, y en el lobby del Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro caminaba de un lado a otro bandoleando un paraguas que poco antes la había salvaguardado de la fuerte lluvia que el pasado miércoles caía en el sur de Guayaquil.

Era Aleris Volcán, quien desde hace una hora aguardaba a que abrieran las puertas del auditorio en el que su hija Rossenberth Landaeta, junto con otros 49 músicos, hiciera su debut en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guayaquil.

Como esta venezolana, quien llegó al país con su familia en busca de días mejores, había en el lugar muchos padres que compartían la emoción de ver por primera vez a sus hijos actuar en este nuevo elenco, creado y dirigido por el italiano Dante Santiago Anzolini.

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“Hemos venido haciendo un arduo trabajo”, cuenta Nephi Burgos, de 17 años y quien ocupa la posición de primer violín en la orquesta.

Destaca todos los conocimientos no solo musicales, sino “humanísticos” que han venido recibiendo desde septiembre pasado, cuando empezaron a ensayar. Burgos, quien proviene de una familia de músicos, había sido acompañado por su abuela Alcira Rivera.

La mujer de 74 años confiesa que toda la vida le ha gustado la música clásica y que siempre buscó que sus hijos se inclinaran hacia ella. Dijo estar muy orgullosa del esfuerzo y talento de su nieto.

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Ese mismo orgullo siente Liliam Mayorga, quien desde que descubrió que su hija Dennisse Noboa, de 14 años, tenía potencial para el violonchelo no dudó ni un segundo en apoyar sus sueños.

“Se ha perfeccionado aquí en la orquesta sinfónica para jóvenes, es muy importante porque les ayuda a ellos... El apoyo de los padres debe ser incondicionalmente, es muy importante inducir a los jóvenes al arte”, agrega Mayorga.

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El compañerismo es uno de los puntos fuertes de esta nueva orquesta, señalan Jefferson Gómez y Jhon Yanqui. Ambos jóvenes de 17 y 22 años, respectivamente, mencionan que en esta orquesta además de encontrar amigos, se encuentra conocimientos, no solo de parte de Anzolini y de otros maestros de la Orquesta Sinfónica de Guayauil, sino de algunos de los chicos que cuentan con mayor experiencia en la música.

Avizoran un gran futuro para esta nueva orquesta. (I)