Las expectativas se cumplieron y el tributo a Pink Floyd dejó cientos de fanáticos satisfechos. Con una discografía tan amplia era de esperarse que falten temas en el set list, pero el repaso por clásicos como Animals, Dark Side of the Moon, Wish you where here o Division Bell estuvo a la altura.

La banda Pink Floyd Relics inició hace dos años y la presentación del pasado sábado en el teatro universitario demostró que musicalmente es un proyecto serio. Si bien al inicio hubo problemas técnicos con el micrófono de Caspian, el vocalista, el percance fue corregido de inmediato por la insistencia del artista y del público.

En el escenario había gente de diferentes edades que lucían cualquier distintivo de la banda inglesa para demostrar su fanatismo. Camisetas, gorras, casacas, todo valía para demostrar su afinidad a la agrupación más representativa del rock psicodélico.

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Sebastián Vásquez tiene 19 años y es guitarrista del grupo Estella. Disfrutó con su novia desde la segunda fila y al final se sintió fascinado por escuchar en vivo canciones como Echoes o Another break on the Wall. Pero de todo lo que vivió por más de dos horas lo que más disfrutó fue el tema Dogs, una canción de 17 minutos grabada originalmente en 1976 y que esa noche, aseguró, “sonó muy bien”.

Como músico dijo que todo estuvo en su lugar: las notas, los sonidos, los efectos pero en especial la energía de los músicos. En especial de Caspian que no paró de saltar y danzar sobre el escenario y en otras bajó para saludar al público.

En una parte del concierto Pancho Prado, guitarrista y mentor del proyecto, aseguró ante un delirante público que Pink Floyd más que un grupo era una “religión” y que ese concierto era la ceremonia.

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El cierre estuvo con el tema Comfortably Numb, tema incluido en el clásico disco The Wall. (E)