Confío en que Dios es mi fuente.

Creer

La fuente de todo lo que necesito está en mí y a mi alrededor. No existe otro poder ni presencia, ¡solo Dios! Siento que la energía divina sanadora fluye en mí, creando orden perfecto. Tengo la certeza de que mis seres queridos están seguramente centrados en la presencia de Dios. A medida que dejo ir todo temor y toda duda, siento que la energía de la fortaleza divina se aviva.

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Mi creencia sincera en el poder de Dios me permite enfrentar todo reto con equilibrio y paz. Como sé que todas las cosas trabajan para bien, estoy plenamente presente, con mi corazón abierto y mi espíritu elevado. Bebo del manantial de Dios que fluye como bendiciones ricas y abundantes. ¡Vivo con una fe llena de energía!

1 Corintios 1:30
Ustedes ahora son de Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido como nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación. (F)