El cineasta mexicano Alfonso Cuarón lamentó que el público francés solo pueda descubrir su filme Roma, coronado en el Festival de Venecia, a través de su distribuidora Netflix, por una cuestión legal que impide su proyección en el cine.

“Me siento frustrado porque el público francés no vea Roma en una sala de cine. El filme fue concebido con una ambición visual y sonora destinada a la gran pantalla”, confió el cineasta, de 56 años, durante una clase magistral en el Festival de Cine Lumière de Lyon.

La legislación francesa, muy restrictiva, impone un plazo de tres años entre la salida de una película en salas y su difusión en una plataforma digital. Netflix se niega a aceptar dicha condición por lo que prefiere prescindir de su estreno en el cine. En diciembre los franceses podrán ver Roma en la plataforma. (I)