Hace diez años la escritora ecuatoriana María Fernanda Heredia vive en la capital peruana, y son los mismos años que lleva escribiendo una columna para la revista Hogar. Esos textos, a diferencia de los libros que hace para niños y jóvenes, están dirigidos para un público más adulto.

Esas columnas han sido recopiladas en Que vuelen los pájaros, su primer acercamiento –como ella dice– a personas ‘más grandecitas’.

“Supongo que hay una diferencia cuando escribo para niños y jóvenes a cuando escribo para mi columna que va a ser leída por lectores adultos. Supongo que hay una diferencia en la selección de los temas, porque en el tono hay una similitud, de hecho cuando yo leo mis libros infantiles llego a sentir que les estoy hablando a esos niños como la María Fernanda Heredia que soy”, señala la escritora, quien se considera solo ‘una contadora de historias muy feliz’.

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Para este libro Heredia seleccionó 41 de las 120 columnas que ha escrito para la revista. Señala que eligió estas, no solo porque es el número de su edad, sino porque son las que más captaron su interés, las que siente que más calaron en el corazón de sus lectores que se nutren de esta realidad ficcionada que la autora les presenta en cada uno de sus textos.

“Casi siempre el espejo que elijo para hablar de humor me lleva a mí misma, me gusta reírme de mí misma, me concedo ese permiso a diario. Reírme de mí misma es uno de mis ejercicios más saludables para quitarme esa nube oscura de los dibujos animados que a veces nos persiguen”, cuenta la autora de obras como El regalo de cumpleaños, Se busca Papá Noel, se busca príncipe azul, Cupido es un murciélago, Operativo corazón partido o Todo empezó cuando soñé contigo.

Apunta que casi siempre esa mirada en el espejo la lleva a su familia, a sus amigas, a esa amigas raras, pero tan únicas, a sus vecinos, sus compañeros de trabajo. “Quizás bastantes lectoras de Hogar se sientan identificadas y tocadas porque es algo bastante cercano a mí”, dice la quiteña, que presentó Que vuelen los pájaros en la Feria Internacional del Libro de Guayaquil, el mes anterior.

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Heredia refiere que lo que la motivó a reunir sus columnas en un libro fue su familia. “El año 2017 fue un año muy doloroso para mi familia, tremendamente triste, un año que nos puso a prueba, fue un año cuesta arriba, surgieron monstruos para los que no estábamos preparados y bueno cuando a la gente normal, común y corriente, que somos nosotros, le toca enfrentarse a estos monstruos comenzamos un poco aturdidos a tratar de salvarnos y una de las cosas que me di cuenta es que se nos estaba perdiendo la capacidad para reír”, apunta la escritora.

Manifiesta que fue allí cuando se dio cuenta de no dejar “que los monstruos se lleven tu alegría”, a pesar de cualquier circunstancia, el humor debe prevalecer. (I)

Nosotros somos una familia que se ha reído casi de cualquier circunstancia. El humor ha sido lo que nos ha mantenido unidos y nos ha permitido descubrir el significado de este amor y complicidad”.María Fernanda Heredia, escritora