Eran las 13:15 del pasado sábado y a un reconocido local de ventas de platos a base de mariscos ingresaba un personaje de pequeña estatura y un sombrero casi similar a los que utilizaba Harrison Ford en los filmes de Indiana Jones.

Muy pocas personas reconocieron en ese sujeto flaco y ojos saltones al youtuber Luis Villar, conocido por sus más 18 millones de seguidores como Luisito Comunica, el personaje que muestra los recorridos en varias naciones.

Sheyla Palma había insistido a su madre en viajar a Quito para conocerlo. Pero la joven de 14 años jamás imaginó que este personaje llegaría al restaurante que ella frecuentaba.

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Palma se acercó y le pidió fotos y en un breve diálogo le manifestó que era una de esas fans que veía sus enlaces. “Me va a dar una taquicardia”, dijo.

“Es un país bien chido Ecuador y esta es la segunda ciudad que estoy. Ya estuve en Quito y luego estaré en otras”, manifestó el mexicano Villar.

Un plato de arroz marinero comenzó a ser devorado por Luisito Comunica, el alter ego de Villar. Ese deleite fue interrumpido brevemente por dos jóvenes que le obsequiaron la camiseta de Delfín, el club de fútbol de Manabí. Y este respondió con un “qué detallazo”, al obsequio que luego lució y posteó en sus redes sociales.

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De pronto el restaurante, ubicado en la avenida Flavio Reyes, la zona rosa de Manta, tenía la mitad de sus mesas llenas, rodeadas por decenas de jóvenes que junto a sus padres querían una foto con Villar.

En redes sociales la noticia de que Luisito Comunica estaba en Manta circuló a gran velocidad. Ya Villar había recorrido la zona cero de la parroquia Tarqui, donde a través de sus redes mostró su paso en una de las áreas más afectadas del terremoto del 16 de abril de 2016.

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Los exteriores del restaurante estaban abarrotados. Entre los comensales que desconocían al correcaminos mexicano había curiosidad en saber quién era ese joven al que fotografiaban y filmaban.

Periodistas contactaban a colegas para conocer la ubicación de Villar. El mexicano dijo que quería disfrutar de la comida, que de entrevistas muy poco, y eso lo hicieron saber sus tres acompañantes.

La tarde del sábado, jóvenes y adultos pusieron en marcha el plan para ubicar a Luisito Comunica, quien sin seguridad de ningún tipo continuó recorriendo Manta. (I)