Para ambos fue su primer show en Guayaquil. El público estuvo ansioso desde antes que aparecieran en escena Andrés Rey e Izan Llunas, quienes anoche rindieron tributo a Luis Miguel, a quien la mayoría llama El Sol de México (aunque no naciera en ese país) y cuya música ya no es desconocida para las nuevas generaciones a raíz del estreno de la serie sobre su vida que estrenó Netflix.

Los aplausos insistentes para que iniciara el show fueron repetitivos. Empezaron un poco más tarde de lo prometido pero la espera valió la pena. El primero en salir fue Rey, artista argentino reconocido por ser el doble oficial de Luis Miguel, quien incluso lo ha suplantado en algunas ocasiones para que el intérprete de Culpable o no pueda evadir a los periodistas y fotógrafos. Lleva un poco más de 20 años recreándolo en los escenarios internacionales y su parecido físico, gestos, movimientos y figura son impresionantes llegando a confundir a quien lo tiene en frente.

Vestido de negro de pies a cabeza. Elegante. Así salió Rey frente a un público que al inicio del espectáculo se mostró un tanto indiferente pero que con el pasar de las canciones tomó confianza y se dejó envolver por la magia ‘luismiguelina’.

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Con cinco músicos en escena, Rey representaba en cada movimiento a Luis Miguel. Hablaba como él e incluso hacía bromas sobre la producción de Netflix. Las canciones que aparecieron en la serie, eran más coreadas por los presentes. Los más jóvenes, de no más de 20 años, recordaban mejor la letra que las parejas de más edad que se dieron cita en el teatro.

Yo que no vivo sin ti, Fría como el viento, Entrégate, Tengo todo excepto a ti, La incondicional, Cuando calienta el sol, Amor, amor, amor fueron los primeros temas que interpretó el artista argentino que supo ganarse a la audiencia acercándose a ellos para fotos, dándoles la mano y sonriéndoles de manera cómplice desde el escenario.

Antes de darle paso a Izan, Rey invitó a escena a Marcos Llunas, padre del pequeño Micky, como le dicen también sus fans al joven actor, quien estaba a un costado del escenario.

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“Estoy feliz porque en este teatro, me han dicho que Iguana Producciones lo trajo a mi papá Dyango hace unos 11 años y yo traigo a mi hijo después de 11 años” dijo emocionado Marcos mientras se le entrecortaba la voz de la emoción ante el público que pedía, a gritos, que cantara.

‘Para reconquistarte construiré la primavera para regalarte flores y perdones mis torpezas, y cada paso cada beso lo haré con el corazón para que, tu vuelvas con mi amor” fue la estrofa de su popular tema Reconquistarte, que estrenara en el 95 con su primer álbum y que cantó para complacer a sus fans, que ahora también celebraban ver a su hijo en vivo.

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“Me lo cuidan eh, esta será la primera vez que él cante en un teatro. Un teatro es precioso, Lo más lindo que tiene un artista es cantar en un teatro”, dijo el orgulloso padre de Izan antes de que su aparición arrancara gritos de emoción de las presentes (los hombres aplaudían para no delatarse fans).

También vestido de negro para la ocasión, Izan hizo un rápido recorrido por las canciones de Luis Miguel. Con No me puedes dejar así y Decídete empezó su presentación.

Se dio espacio también para cantar Love Yourself, de Justin Bieber, un género más de su estilo en el que espera, según dijo en una entrevista pasada a este Diario, presentar un sencillo propio.

Entre tema y tema también agradeció al público. Mientras lo aplaudían él también lo hacía. Su sencillez era notoria. De reojo, en ocasiones, miraba a su padre, quien desde una esquina del teatro lo observaba orgulloso, lo aplaudía emocionado.

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Palabra de honor continuó en el repertorio. Bailó, saltó, se abrazó con un pequeño del público que subió al escenario y en todo momento, para quienes siguieron la serie de Luis Miguel en Netflix, fue recordarlo en las escenas que se vieron cada domingo. Izan tiene ángel.

La Malagueña fue lo más esperado. Esta canción que requiere que su intérprete tenga un alto registro de voz para ejecutarla a la perfección sonó como se esperaba. Los asistentes se levantaron de sus asientos y lo aplaudieron de pie, mientras una lluvia de papeles cubría al artista nacido en Ibiza y que arrancó este sueño musical en La Voz Kids de España.

Se fue agradeciendo a los que se dieron cita para conocerle de cerca. Aseguró que esperaba volver porque se había quedado encantado con el país.

Y apenas desapareció del escenario un mariachi, con 8 integrantes se ubicaba al frente cantando La Bikina para seguir el concierto con Andrés Rey que trajo a este público guayaquileño el recuerdo de Luis Miguel con una actuación convincente y con la particularidad de darse tiempo, a diferencia de otros artistas, de compartir con quienes lo aplauden. En medio de la noche del jueves, el calor del Sol de México, se sintió fuerte. (E)