La avenida contigua a la playa de Copacabana se convirtió en una inusual pasarela para las escuelas de samba de Río de Janeiro, que realizaron una multitudinaria batucada con más de 1.000 ritmistas, calentando motores para el carnaval.

Los tambores repicaban, las “pasistas” bailaban y movían sus plumas al son de la samba, mientras centenares de brasileños y turistas observaban animados el espectáculo, que culminó con un espectáculo de emblemáticos sambistas en un gran palco en la arena.

Pese a la poca sintonía del alcalde y exobispo evangélico Marcelo Crivella con el carnaval, el ‘Encuentro de la samba’ fue ideado por su equipo como un nuevo reclamo turístico para los festejos de fin de año en la ‘Cidade Maravilhosa’. (I)