Con las acusaciones contra a Harvey Weinstein todavía enturbiando la actualidad en Hollywood, otros nombres de hombres con poder en la industria cinematográfica salen a la luz bajo  la  denuncia de un comportamiento infame, como el jefe de Amazon Studios Roy Price y hasta el director James Toback, al que ya han señalado por agresión o acoso sexual más de 300 mujeres.

Una de las actrices más prominentes en denunciar a Toback ha sido Rachel McAdams, quien en una entrevista con la revista Vanity Fair de EE.UU., recordó la experiencia "espeluznante" que vivió cuando hizo una audición para una obra de teatro a sus 21 años. 

Su historia guarda similitudes con las decenas de acusaciones contra Toback. La de la actriz de El diario de Noa tuvo lugar cuando ella era una estudiante de teatro a la que Toback invitó para hablar de una posible participación en su película Harvard Man

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“Era un casting muy importante”, dijo McAdams. “Era bastante nueva en todo esto, así que hice el casting y me dijo: ‘Creo que tienes mucho, mucho talento. De hecho, creo que encajas muy bien en esto, pero me gustaría trabajarlo un poco contigo y quizá ensayarlo algo más y ver si podemos hacerte llegar a donde necesitas'”.

UPDATE: The number of women who have contacted me about their encounters with James Toback now stands at 310. https://t.co/7jjbIwWqih — Glenn Whipp (@GlennWhipp) 26 de octubre de 2017

La anécdota de McAdams

Entusiasmada la joven actriz dejó su número de teléfono con la asistentes del director y recibió una llamada por la noche en la que Toback la citaba en la habitación de un hotel para hablar sobre el papel en la película.  Debido a la insistencia del director, aseguró McAdams, ella acudió. 

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Al llegar al hotel, el realizador la recibió sentado en el suelo y rodeado de revistas y libros esparcidos por el suelo. Lo primero que le dijo fue: “Tengo que decírtelo. Me he masturbado innumerables veces hoy pensando en ti desde que nos conocimos en tu casting”.

Entre las cosas que le había pedido, dice, estaba una relación sexual y que la actriz se quitara la ropa.  McAdams cuenta que salió corriendo de la habitación y que llamó a su agente para hacer un reclamo, pero este se disculpó diciendo que "no era la primera vez que pasaba".

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“Ahí es cuando me enfadé”, dice McAdams. “Porque sentí que me echaron a los leones sin que nadie me avisara de que él era un depredador. Era algo que sabían que había hecho antes”.

La actriz espera que esa clase de comportamiento acabe para siempre en Hollywood. “Tenemos que empezar a pensar en la clase de epidemia que tenemos delante”, dice McAdams. “Tenemos que sacar todo a la luz con tal de que podamos entender cómo de arraigado está este tema. Creo que incluso tenemos que agotarnos al compartir nuestras experiencias antes de que podamos empezar con la reconstrucción. Y con suerte nunca caeremos de nuevo en las sombras”. (E)