Una canción que funciona como una invitación a “confiar, a atreverse con una nueva persona, que dice no tengas miedo de enamorarte, arriésgate a querer” es la que trae el guayaquileño Gianpiero. Serena es el sencillo con el que el cantante lanza su carrera como solista.

Un ritmo proveniente de Angola y popularizado en Brasil es el sello personal de este artista de 28 años. “Cuando la compusimos hicimos primero una balada, pero no queríamos hacer algo muy tradicional, entonces empezamos a buscar géneros, comenzamos a buscar qué cosa novedosa podíamos hacer y encontramos esta maravilla que se llama el kizomba”.

En esta canción Gianpiero cuenta con la colaboración del cantante colombiano Landa Freak. Asegura que debido a la versatilidad del kizomba se puede dar el gusto de interactuar con otros géneros como el urbano, que se escucha en esta producción. El tema tiene también una versión salsa.

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Serena, que fue compuesta por Gianpiero junto con Jorge Luis Bohórquez, es uno de los diez temas que forman parte de un disco que el artista prevé lanzar este año y del cual aún no ha seleccionado un nombre, pero del que está seguro “encantará a sus fans”.

“Estamos próximos al medio millón de visitas en YouTube y estamos contentísimos. La canción ha estado en Spotify y Serena está en la lista de las 50 más sonadas de Ecuador, estuvimos hasta en el puesto seis y la verdad es que esa ha sido una de las noticias que me han dejado como loco, porque ¡o sea, es mi primer sencillo, quién lo creería!”.

Quien lo conociera ahora diría que el cantante siempre ha sido muy desenvuelto. Gianpiero afirma que durante su adolescencia fue muy tímido, pero que gracias a la música esa timidez quedó a un lado.

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“Yo tocaba algún instrumento, pero cuando empecé a cantar lo hacía con los ojos cerrados, me aterraba ver al público”, recuerda el músico, cuyas primeras presentaciones las hacía en Liverpool, un bar que quedaba a la vuelta de su casa.

Cuenta sonriente que siempre estará agradecido con el dueño de ese local (que ya cerró), pues le dio la oportunidad de cantar por un sueldo básico y un sánduche. (E)