El neerlandés Koen Bouwman (Jumbo-Visma), que logró la victoria en la séptima etapa del Giro de Italia, dijo que no puede describir lo que siente tras levantar los brazos en Potenza, donde se proclamó vencedor tras una fuga de 122 kilómetros, que fue el reflejo de la “confianza” que tuvo durante la jornada.

La séptima etapa del Giro, entre Diamante y Potenza, la primera de montaña sobre un recorrido de 196 kilómetros, se la adjudicó Bouwman, en lo que supuso su primer triunfo como profesional en la ronda italiana.

“Me sentí muy bien en los últimos metros. Ataqué al final para no tener problemas, porque tenía confianza en poder ganar, como al final ocurrió”, dijo Bouwman al llegar a meta.

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A lo largo del recorrido, los ciclistas tuvieron que hacer frente a las ascensiones al Passo Colla (2.ª), Monte Sirino (1.ª), que volvía al Giro tras 23 años, el Monte Scuro (2.ª) y la Sellata (3.ª).

“Fue dura la etapa y fue duro también el final, pero cuando empezó el esprint sabía que estaba muy cerca de la victoria. Tenía cincuenta metros y pude meter bastante hueco para ganar”, declaró Bouwman, que se disputó la victoria en los metros finales con el italiano Davide Formolo y los también neerlandeses Tom Dumoulin y Bauke Mollema.

“No puedo describir lo que siento con esta victoria”, concluyó. (D)