Tras el respiro por las llanuras de Treviso, el Giro de Italia vuelve a la montaña para iniciar un fin de semana pleno de emoción ante la apretada clasificación general. La decimonovena etapa, entre Marano Lagunare y el Santuario de Castelmonte, será de 178 km.

La jornada es desafiante: ofrece como plato fuerte el ascenso al puerto esloveno de Kolovrat y la meta en alto tras un ascenso de 7,1 km al 7,8 %.

Después de la salida en Marano Lagunare, la ruta atraviesa las tierras bajas hasta llegar a las colinas alargadas de Fagagna y Majano. Enseguida llegará la cota (puerto de pequeña altitud) de Villanova Grotte (3.ª, 3,7 km de recorrido al 8,4 % de pendiente). En los Alpes Julianos el pelotón abordará el Passo di Tanamea (3.ª, 9 km al 5,4 %).

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La ruta entrará en Eslovenia por el paso de Uccea, que lleva directamente a la localidad Kobarid. En este punto comenzará la inédita subida al monte Kolovrat, ascendiendo a casi el 10 % durante 10 km, con pendientes que se suavizan debido a una corta meseta a mitad de la subida.

Desde Cividale del Friuli la carretera se levanta hasta el Santuario de Castelmonte (7,1 km al 7,8 %), el más antiguo del Friuli y uno de los más antiguos de toda la cristiandad.

La subida final tiene dos tramos de hasta el 13 %, que se encuentran al principio de la subida y al final del descenso interno. La carretera es ancha y está en excelente estado. Buen escenario para que se expliquen los candidatos a la maglia rosa y podio.

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El ecuatoriano Richard Carapaz, del equipo Ineos Grenadiers, defenderá el liderato con 3 segundos de ventaja sobre el australiano Jai Hindley (Bora Hansgrohe) y de 1:05 minutos respecto al español Mikel Landa. (D)