El Super Bowl, el partido que determina quién es el campeón de la NFL cada año y uno de los eventos anuales con más espectadores en el mundo, mueve millones de dólares.

En la edición número 56 (LVI), que se disputará este 13 de febrero, se enfrentarán Los Angeles Rams y Cincinnati Bengals, y ya varias personas han realizado sus pronósticos en casas de apuestas deportivas con el fin de ganar dinero extra.

Los apostadores tratan de acertar varias cuestiones, como qué equipo ganará, quien anotará más puntos en el primer cuarto o qué jugador realizará el primer touchdown, sin embargo, entre los acontecimientos que pueden pasar en un partido de fútbol americano, existe una jugada muy improbable, pero que recompensa con grandes ganancias a quienes arriesgan sus dólares en esa posibilidad.

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Esta jugada se llama safety: cuando el jugador ofensivo que tiene posesión del balón es tacleado o baja voluntariamente el balón en su zona de anotación. El equipo defensivo no solo obtiene dos puntos, sino que también recibe la próxima posesión del balón. Los safeties son la única forma en el que un equipo en defensa puede anotar un punto sin tener la posesión del balón.

Una pantalla muestra la frase 'Super Bowl LVI' sobre la cancha del Estadio Sofi que albergará el Super Bowl en Los Ángeles, California. Foto: EFE

De acuerdo con ESPN, en la historia de la NFL solo en el 6,8 % de los juegos de temporada regular, aproximadamente uno de cada quince, hay un safety. Sin embargo, año tras año, los apostadores meten un safety en el Super Bowl. El precio actual por un safety en el Super Bowl este año es 7-1 (es decir, si se apuesta $ 100, hay $ 700 de recompensa).

Las apuestas “casi seguras”, como pronosticar un evento que es muy probable que no se dé, no dan muchas ganancias. De hecho, apostar que no exista un safety en el Super Bowl tiene una probabilidad media de -900 (apostar $ 900 para ganar $ 100 netos). Esto ha hecho que personas jueguen con grandes cantidades para obtener un rédito, aunque si este evento se llegase a dar, lo perderían todo.

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Esto le sucedió a Marco Robindale, un apostador profesional, en el Super Bowl XLVIII (en 2014) entre los Denver Broncos y los Seattle Seahawks. Puso $ 220.000, significativamente más de lo que normalmente arriesgaría en un solo resultado en diferentes casas de apuestas, para ganar alrededor de $ 50.000. En el primer minuto de juego, un error de la defensa del Denver Broncos permitió que se realizara un safety, así dando una ventaja de dos puntos a los Seahawks.

Millonario texano apuesta 4,5 millones de dólares a Bengals en el Super Bowl

El empresario texano James Franklin McIngvale, apodado Mattress Mack y conocido en EE. UU. por sus millonarias apuestas deportivas, se juega esta vez más de 4,5 millones de dólares por la victoria de los Bengals de Cincinnati en el LVI Super Bowl.

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Propietario de la cadena minorista Gallery Furniture, Mattress Mack ha vuelto a acaparar titulares con esta apuesta hecha a través de una aplicación para móviles de la firma Caesars Sportbook.

Al no poder apostar una suma tan grande de una sola vez, pasó más de dos horas en una tienda de bebidas alcohólicas registrando apuestas con su teléfono hasta completar los 4,53 millones de dólares que decidió arriesgar por los Bengals.

Además, para poder apostar legalmente tal cantidad debió viajar desde Texas al vecino estado de Luisiana, cuyas normas sobre apuestas deportivas son más suaves. Los medios dicen que se trata de la mayor apuesta deportiva hecha por medio de una aplicación en la historia de EE. UU.

En caso de ganar la apuesta, McIngvale recibirá 7,7 millones de dólares. (D)

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