Neymar es un futbolista especial, eso es innegable. En forma, discute el trono mundial a cualquiera. El curso pasado, sin ir más lejos, llevó al PSG hasta la final de la Champions y sus números desde que aterrizase en París son estratosféricos: 83 goles y 47 asistencias en 105 partidos. Pero es en la última cifra, la de encuentros disputados, donde aparece el problema. Entre lesiones y sanciones, Ney se ha perdido demasiados encuentros (algunos de importancia suprema). Lo primero no puede evitarse, pero sí lo segundo.

El mejor ejemplo fue la visita del Lille. Inmerso en la desesperación de la derrota (0-1), un manotazo y un empujón acabaron con el 10 camino de vestuarios antes de tiempo. Una expulsión que podría costarle más de un partido y que no gustó entre sus compañeros.

L’Équipe dibuja esta última sentencia. El diario francés indica que Neymar, “cuando está en búsqueda de sensaciones tras semanas de ausencia, es un coctel inflamable”.

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El extremo firmaba su primera titularidad en semanas, ya que unas molestias en los abductores lo apartaron de la dinámica del equipo. Ello provocó una versión acelerada del crack, el ir a remolque en un choque que costó el liderato de la Ligue 1 tampoco ayudó. Y es esta la cara que no gusta en el vestuario, publica diario AS de España.

Según detalla el prestigioso diario francés, a algunos de sus compañeros sorprendió su actitud el sábado. Ya no solo sobre el terreno de juego, sino también en el túnel al continuar el enfrentamiento con Tiago Djaló.

Así, todo ello conduce a un sentir, Neymar no aprende de sus errores (se ha perdido doce encuentros por sanción hasta el momento), siempre según la información de L’Équipe. Es más, algunos jugadores habrían argumentado incluso que Neymar provocó la expulsión para evitar jugar contra el Estrasburgo, siguiente partido en el calendario liguero del PSG y conjunto ante el que Ney se lesionó en enero de 2019.

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Nadie duda de su talento y cuando todo va de cara se olvidan los problemas, pero es en las derrotas y las polémicas cuando cuesta más digerir la cierta indulgencia de la que goza.

Gestión de privilegios

Unos “privilegios que el resto acabó aceptando”, como añade el citado medio, a la par que compara la gestión de la estrella que realizó Tuchel en el pasado y que ahora conduce Pochettino. Tanto el uno como el otro comparten trato preferencial para con el brasileño y “una constante aceptación de sus deseos”.

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No ha trascendido cómo sentó en seno del club, pero aquí se puede encuadrar la visita del jugador a las mesas de póker virtuales apenas horas después del incidente ante el Lille.

Neymar llegó a la mesa final de un torneo organizado por PokerStars, portal del cual es embajador, y se embolsó 1.749 euros ($ 2.076). Si no tuvo su día sobre el terreno de juego, sí le sonrió la suerte en las mesas.

Con su renovación a punto de ser firmada (hasta 2026) no parece momento para hacer que la confianza de Ney en el proyecto parisino se tambalee. Desde Francia llega que la vinculación para extender su estancia en el Parque de los Príncipes está acordada. Sin embargo, los continuos coqueteos con el Barça volvieron a la palestra con una información publicada por el diario Ara.

En teoría, la firma es inminente, pero el runrún blaugrana, que parecía ser parte del pasado, volvió a hacer acto de presencia. Si el PSG quiere optar todo, y eso pasa por cerrar el proyecto de Nasser Al-Khelaïfi con una Champions, Neymar es el líder sobre el que orbitará todo y más teniendo en cuenta que la renovación de Mbappé, con quien comparte galones, sigue encallada. (D)

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