El jurado encargado de dar un veredicto en el juicio entre Ryan Giggs y su expareja, Kate Greville, por presunta violencia doméstica no ha sido capaz de alcanzar una conclusión clara y ha sido suspendido de sus funciones después de 23 horas de deliberaciones. Por tanto, el exfutbolista ha quedado en libertad bajo fianza a expensas de que se defina si habrá un nuevo juicio más adelante, publica diario AS de España.

La reacción del exseleccionador de Gales cuando el presidente del tribunal le comunicó a la jueza del caso que no existía “ninguna perspectiva razonable” de que fuesen a llegar a un acuerdo si se les daba más tiempo fue, según varios rotativos británicos, “agachar la cabeza”. Su madre, en cambio, sí manifestó que la vida de su hijo seguía “en suspenso”.

A la vez que la magistrada Manley le informó a Ryan que quedaba en libertad bajo fianza, instó a los abogados del Servicio de la Fiscalía de la Corona a valorar la pertinencia de una nueva vista. Sin embargo, el hipotético juicio no se celebraría hasta, como mínimo, junio de 2023, a causa del colapso de las instituciones judiciales. Será el miércoles 7 de septiembre cuando la Fiscalía emita la decisión definitiva al respecto.

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Giggs, que se ha declarado inocente en todo momento de los cargos que se le imputan y no ha querido hacer declaraciones, no estaría obligado a presentarse en la nueva audiencia.

Cronología de los hechos

Violencia doméstica contra su pareja y su cuñada y conducta coercitiva con su exnovia son los cargos de los que se le acusan al excentrocampista del Manchester United. Todo empezó en un hotel en Dubái en 2017, cuando Kate alega que Ryan, que en el procedimiento ha reconocido ser “un ligón por naturaleza”, la arrastró por el suelo desnuda y tiró todos sus enseres personales al pasillo.

No fue el único incidente entre ambos, pues en noviembre de 2020 agredió supuestamente a las dos mujeres con un cabezazo. “Me hizo sentir que tenía que hacer lo que yo decía o, de lo contrario, habría consecuencias”, expresó Greville en declaraciones recogidas por The Guardian. Mientras tanto, el abogado de la defensa, Chris Daw, insiste en que las acusaciones están sustentadas en “distorsiones, exageración y mentiras”.

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El juicio se suspendió por primera vez en enero de 2022 al haber varios afectados por coronavirus; y, cuando se iba a proceder al comienzo, la sede judicial de Mánchester tuvo que cerrar durante dos semanas al detectarse amianto en su interior. (D)