Seis es el número de goles anotados que más se repite entre los artilleros que se han adueñado de la Bota de Oro, trofeo otorgado por la FIFA  al mayor romperredes de una Copa del Mundo. De las 21 ediciones del Mundial, disputadas entre Uruguay 1930 y Rusia 2018, ocho torneos (el 38,09%) acabaron con un futbolista proclamado como máximo cañonero con media docena de tantos en su cuenta.

En Qatar 2022 dos atacantes comparten la cima de la tabla con tres conquistas cada uno, en dos partidos con sus respectivas selecciones: el ecuatoriano Enner Valencia y el francés Kylian Mbappé. También comparten el mismo promedio convertidor de 1,5 goles por encuentro.

Valencia se estrenó con un doblete en la victoria de Ecuador 2-1 sobre los anfitriones. Mientras, Mbappé se estrenó con una anotación solitaria en el triunfo 4-1 de Francia sobre Australia. En el segundo compromiso de cada combinado la cuenta del esmeraldeño de 33 años se incrementó con el gol que hizo en el 1-1 con Países Bajos. El parisino de 23, en cambio, marcó un par en el 2-1 contra Dinamarca, un resultado que puso a los campeones vigentes en octavos de final.

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Varios factores

¿Tiene opciones Enner Valencia de ser el cuarto sudamericano que obtiene el título de goleo, en lo que va del nuevo milenio, de un Mundial? Para conseguirlo el delantero de Ecuador debe -entre varios factores determinantes que no puede controlar-  mantener elevada la media anotadora que registra, avanzar lo más lejos posible con la Selección para asegurarse una mayor cifra de partidos, no sufrir lesiones, acumular minutos en cancha, y esperar que Mbappé no anote (una ventaja del europeo es que Francia es candidato a ser finalista).

Cerca ya están, con dos conquistas por cabeza, los peligrosos Lionel Messi (Argentina), Bruno Fernandes (Portugal), Richarlison (Brasil), Olivier Giroud (Francia), Álvaro Morata (España), Cody Gapko (Países Bajos).

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Entre Argentina 1978 y Rusia 2018 se han cumplido once versiones de la Copa del Mundo. En esa cantidad de certámenes quienes se coronaron como los reyes del gol anotaron la cifra mágica: 6 (el 72% de las veces en esos 40 años de campeonatos). Incluso en dos ocasiones, en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, necesitaron menos y con cinco tantos fue suficiente para eternizarse en el libro de récords de la FIFA.

En el lapso mencionado (1978-2018) solo el brasileño Ronaldo rompió el molde, al convertir 8 goles en Japón-Corea del Sur 2002. Por algo era llamado el Fenómeno.

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Número de juegos

Si la ambición del técnico argentino Gustavo Alfaro es, como dijo antes del arranque de Qatar 2022, “hacer el mejor Mundial de la historia para Ecuador” entonces la Tri deberá clasificar por lo menos a cuartos de final, ya que en Alemania 2006 la Selección fue eliminada en octavos en lo que es hasta ahora el mejor papel mundialista de la escuadra nacional.

Si aquel sueño se concreta Superman Valencia jugará cinco partidos en la Copa del Mundo asiático. Si todos los astros se alinean y conserva su promedio de 1,50 goles por encuentro, podría llegar a 7.

Sin embargo, incluso con un promedio más bajo (uno por duelo) el atacante Harry Kane, de Inglaterra, mandó el balón seis veces a las redes contrarias en igual cantidad de juegos en Rusia 2018 la Bota de Oro regresó con él a su país. No obstante, la mayoría de los goles los sufrieron rivales que por su bajo nivel opusieron poca resistencia: Túnez (2) y Panamá (3). El restante fue contra Colombia, de tiro penal.

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Con cinco partidos

En Brasil 2014 el volante colombiano James Rodríguez también tuvo suficiente con 6 goles para asegurarse un lugar en la historia. En el caso del cafetero los convirtió en cinco presentaciones (su país llegó hasta cuartos de final y su promedio fue de 1,20. La diferencia la hizo con un doblete frente a Uruguay (2-0, en octavos).

Los otros artilleros de un Mundial, con 6 impactos fueron Davor Suker, de Croacia, en Francia 1998 (en siete actuaciones, promedio de 0,86); Oleg Salenko, de Rusia, en Estados Unidos 1994 (todos en la fase de grupos, en la que impuso una marca asombrosa: 5 goles en el 6-1 sobre Camerún ( de promedio); en el mismo Mundial el sensacional Hristo Stoichkov compartió honores con Salenko (en siete duelos, promedio de 0.86). En Italia 1990 el Toto Salvatore Schilaci surgió de la nada para transformarse en el hombre gol de la Azzurra (en siete juegos, con efectividad de 0,86).

Cómo lo realizó James, en México 1986 Gary Lineker, de Inglaterra fue el cañonero con solo cinco partidos (1,20 de media). En España 1982 Paolo Rossi despertó luego de ronda de grupos y le marcó tres a Brasil, dos a Polonia, y uno en la final ganada 3-1 a Alemania (promedio de 0,86).

Y por último Mario Kempes, en Argentina 1978. Como el Bambino Rossi el Matador tampoco marcó en la fase inicial. Pero en la segunda etapa solo hizo dobletes a Polonia, Perú y Holanda (0,86 de promedio). (D)