Romário de Souza Faria, conocido mundialmente solo como Romário, es uno de los mejores futbolistas de la historia del deporte, quien no solamente fue campeón del mundo con la selección Brasil, sino que también brilló en el fútbol europeo y hoy en día es un senador federal de su país.

El exfutbolista de 56 años, mantuvo su vida privada con mucho misterio y ahora fue él mismo quien reveló varios de sus secretos en un artículo publicado por el sitio The Players Tribune.

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Las confesiones íntimas de Romário

El exdelantero del FC Barcelona comentó que le gustaba salir de fiesta y tenía la costumbre de tener sexo antes de los partidos.

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“Tienes que hacer lo que te funciona. El sexo, para mí, siempre fue la hostia. A veces, el día del partido, me quedaba en casa, apartado del resto del equipo. Si me despertaba con ganas, tenía sexo con mi mujer y después iba para el partido. En el campo, estaba relajado... ligero”, explicó.

Romario, quien sumó mil goles en su trayectoria, contó que tenía acuerdos para salir de fiesta en algunos clubes: “Es verdad que hice acuerdos que me permitían salir de fiesta, pero nunca faltaba a los entrenamientos. Eso quiero dejarlo muy claro. Se dijo tanta mierda sobre eso: ‘Romário no duerme...’. ¡Sí que duerme! Es que se despierta más tarde. ‘Romário no entrena...’. ¡Sí que entrena! Pero no a las 9:00 de la mañana. Los directivos lo sabían. Si se lo explicaban a los entrenadores... Bueno, eso ya no era problema mío”.

Su vida nocturna, sin embargo, no afectó su rendimiento en el campo y es que, según contó, solo salía a divertirse y no consumía alcohol ni tampoco drogas.

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“Jamás he salido de fiesta la noche anterior a un partido. Si había partido el domingo, salía el viernes. Vale, puede que haya pasado algunas veces, pero fue una de cada 10, como máximo. Y, mira, nunca he fumado. Gracias a Dios, nunca he tomado drogas. Nunca he bebido. Ni una sola gota. ¿Quién ha dicho que hay que emborracharse para pasárselo bien? Lo que siempre me ha gustado mucho, eso sí, es la noche”, explicó el brasileño.

Los cinco mandamientos de Romário

El padre del también político le insistió en toda su niñez y juventud que no bebiera, así como otros consejos que siguió al pie de la letra.

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“Mi padre tenía cinco mandamientos. No hacer volar cometas. No beber vino. No tomar drogas. No dejar que nadie te joda. Y, al estrechar la mano de alguien, agarrarla firme y mirarle a los ojos. ¿Si los he seguido todos? Amén”, recordó.

Romário también aclaró las razones de su incursión en la política. “Me metí por personas como Ivy. Mi hija nació con Síndrome de Down. Ivy me hizo darme cuenta de que necesitaban ayuda y tenían pocos representantes en la política. Ahora soy conocido por defender a esas personas, especialmente las que son menos favorecidas”, escribió en su carta publicada por el medio.

El exdelantero es muy recordado por la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994, donde tuvo que ser llamado pese a que estaba enemistado con los técnicos.

“Los entrenadores sabían que, si perdían, prácticamente tendrían que abandonar el país. Tuvieron que llamarme de vuelta. Estaba allá para enseñarles a aquellos hijos de pu** de la comisión técnica que ellos tenían que haberme llamado antes. Pregúntale a cualquiera que haya estado en el Maracaná aquel día y te dirá que fue quizás el partido más impresionante que ha jugado nunca un futbolista, especialmente con la camiseta de la selección de Brasil”, dijo al recordar ese día.

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Cerró aplaudiendo su hazaña en ese encuentro tan especial: “Dos caños, dos vaselinas y dos goles”, expresó en la extensa carta. (D)

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