Kylian Mbappé no esperaba en mayo de 2022, fecha en la que anunció su renovación con el PSG, que los problemas en el vestuario se iban a incrementar, y de qué manera, nada más comenzar la temporada con su nuevo contrato. El pasado sábado, el delantero protagonizó varios episodios de tensión con sus compañeros, principalmente con Neymar, que, horas después de no dejarle tirar el segundo penalti de la noche (el primero lo falló), dio ‘Me Gusta’ a dos publicaciones en Twitter en la que se criticaba el hecho de que Mbappé lance primero las penas máximas y el poder que le ha dado el club en la toma de decisiones.

A pesar de que Le Parisien informaba el domingo de una reunión entre Luis Campos con ambos para zanjar el tema, Mbappé se siente disgustado con el PSG. Según TNT Sport Brasil, el de Bondy esperaba un equipo que juegue para él como estrella y en el que la mayoría de los jugadores se pusieran a su servicio. El hecho de tener tanto poder disgustó a varios integrantes de la plantilla, a tal punto de que Mbappé se siente aislado de los demás en el vestuario.

El segundo motivo del enfado de Mbappé es Neymar. Allá por el mes de mayo, justo en las fechas en las que estaba muy cerca del Real Madrid, el PSG le prometió una serie de cosas que todavía no ha cumplido. Una de las promesas era la de lanzar todos los penaltis y otra era la de la salida del brasileño. Mbappé no se opuso a su venta, por lo que cuando Ney se enteró, su actitud cambió radicalmente. Ahora mismo, la temporada del exjugador del Barcelona está siendo excelsa y el liderazgo de Mbappé ha sido puesto en duda tras lo vivido el sábado en Montpellier. Según L’Équipe TV, el internacional francés está también en desacuerdo con algunas de las decisiones de Luis Campos, al que fichó el PSG precisamente para acercarle a la renovación.

Publicidad

Según TNT Sports Brasil, Mbappé quiere ser la única estrella del PSG, además de ser el jugador que termina todas las acciones de peligro y el que menos corre cuando el equipo no defiende. Esas exigencias han alterado al vestuario. La semana pasada, L’Équipe informaba de una semana difícil para el francés, dando la sensación de no estar contento e incluso de tener problemas personales que le impidieron rendir ante el Montpellier. La temporada ha comenzado muy intensa en París y eso que apenas llevan transcurridas dos jornadas de la Ligue 1. (D)