“Es una emoción muy grande. Tuvimos la posibilidad de tenerla muy cerca (en 1998) en la final contra Vasco da Gama. Seguramente esto es muy motivante para el país y para Barcelona SC”, dijo a EL UNIVERSO Julio César Rosero, subcampeón con los canarios de la Copa Libertadores 1998.

Durante el evento de la exhibición del trofeo de la Libertadores, este lunes en el Hemiciclo de la Rotonda del Malecón Simón Bolívar, el Emperador Rosero compartió sus sensaciones al volver a estar frente a frente con el trofeo de la Libertadores luego de casi un cuarto de siglo (23 años).

Rosero fue titular frente a Vasco da Gama en el encuentro de ida disputado el 12 de agosto de 1998 en el estadio São Januário, en Río de Janeiro. Jugó los primeros 45 minutos y, tras el descanso, fue remplazado por Héctor Carabalí. El equipo ecuatoriano cayó por 2-0 con goles de Donizete y Luizão.

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En el desquite, el día 26 de agosto en Guayaquil, Rosero no fue considerado por el técnico Rubén Darío Insúa en el once inicial, ni como alternativa. Ese día los toreros volvieron a ser derrotados por el conjunto carioca por 1-2 en el Monumental.

Con 56 años y dedicado a su escuela de fútbol en Guayaquil, el recordado bombardero del equipo amarillo espera que el sueño del ídolo del Astillero se pueda cumplir tras las finales perdidas en 1990 y 1998. Para ello, Barcelona SC tiene que comenzar a superar desde este miércoles 22 de septiembre a Flamengo en el mítico Maracaná si pretende alcanzar su tercera final de América.

“Esperemos que se pueda cumplir el sueño de que Barcelona SC pueda también ganarlo (el trofeo), como lo hizo en su momento Liga de Quito (en 2008, ante Fluminense en el Maracaná de Río de Janeiro)”, expresó.

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Barcelona SC ha mostrado cartas para impedir que la final en Montevideo, el próximo 27 de noviembre, sea una fiesta brasileña, debido a la presencia de Palmeiras y Atlético Mineiro en la otra llave de semifinales. (D)