Javier Burrai (31 años) llegó al fútbol ecuatoriano por recomendación Juan Manuel Tévez el Búfalo. Mientras el portero argentino se encontraba en filas de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Tévez era capitán de Macará. El de San Nicolás se unió en junio de 2018 a un conjunto ambateño que se encontraba en noveno puesto de la tabla. “Estoy esperando con ansias llegar al país y sumarme a los entrenamientos para conocer al grupo”, dijo a su llegada Burrai con 27 años. Según Transfermarkt, tapó 55 encuentros con los celestes. Su desvinculación de Macará fue tormentosa, pues decidió pagar su cláusula de rescisión y quedó libre para fichar por Barcelona SC con vistas a la campaña 2020, tentado por un nuevo horizonte y el desafío deportivo. A un mes de cumplir cuatro años viviendo en Ecuador, Burrai se confiesa con EL UNIVERSO. El de melena rubia habló del centenar de partidos en el arco amarillo, de lo que significan Guayaquil y Ambato para él, de la actualidad del plantel que conduce Jorge Célico y esclareció la finalidad del trámite para obtener la nacionalización ecuatoriana. “Paso”, esa fue su respuesta entre risas preguntado si la verdadera intención suya es convertirse en seleccionado tricolor.

En el imaginario colectivo se lo considera el jugador indiscutible en la actual formación de Barcelona y el “salvador” de resultados adversos. ¿Aquello no es un indicador de que usted está cumpliendo la tarea, pero la defensa o el medio campo tienen algo por corregir?

Para corregir siempre hay cosas, tanto mis compañeros como yo. Lo bueno es que si ganas se corrigen de otra manera, con la confianza en alza. No creo que tengamos una mala labor en lo defensivo, porque en el campeonato somos la valla menos vencida (6 goles) y te da un indicador de que es un fuerte nuestro. Sí, quizá, en algunos partidos hemos perdido un poco de solidez en esa parte, pero la hemos recuperado en los últimos dos juegos (sin contar el choque ante Lanús) porque no nos convirtieron. Buscamos el arco contrario, pero primero cuidando el nuestro para tener esa seguridad y que los equipos no se nos encierren para poder abrir el marcador. Esto es de corrección constante, todavía no llegamos al techo nuestro. Este mes de mayo va a ser muy importante para nuestras aspiraciones.

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Contra Macará cumplió su centenario de partidos defendiendo el arco canario. ¿Fue especial alcanzar esa marca ante el equipo que lo trajo al fútbol ecuatoriano?

Hablé con empleados del club no por el tema de cien partidos, porque muchos no sabían en ese momento. Lo más importante es que la gente que te conoce te salude y te reconozca por lo que eres, por lo que haz hecho, sobre todo desde lo humano; obviamente, lo deportivo cuenta un montón también. Yo entiendo el malestar de la gente por cómo fue mi salida en ese momento, pero lo que me reconforta mucho es que la gente me reconoce y se acerca a saludar.

Doscientos mil dólares pagó el portero Javier Burrai para quedar libre de Macará

¿El futbolista experimenta una sensación diferente o extraña jugando para Barcelona?

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Es un orgullo y una gran responsabilidad estar en este arco, lo supe desde el primer momento que vine, que pisé los pasillos de este club, sabía a lo que venía y de qué se trataba, porque conocía ya lo que era Barcelona. Además, soy un privilegiado de llevar dos años y medio en el club, cien partidos, cuatro años en el país. No quiero decir que tengo ya tanto tiempo porque quiero estar mucho tiempo más.

La prensa local se rindió a su actuación frente a Montevideo City Torque en el partido de la primera ronda de la fase de repesca de la Copa Libertadores 2022. Incluso atajó un penal. ¿Ha sido el mejor momento de su carrera o existen otros?

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No, el de la final (de la LigaPro 2020) con Liga de Quito creo que supera a todos hasta ahora, porque primero que nos dio un título, por cómo fue el partido, por cómo se dio, el rival llegaba como favorito en una cancha con tanto morbo que se había generado, porque Barcelona nunca había podido ganar (en el estadio Rodrigo Paz Delgado, en Quito), y haberlo hecho en una final, obviamente lo pondera en el primer lugar.

El albiceleste Javier Burrai acumula 102 juegos como Barcelona SC tras los enfrentamientos con Metropolitanos y Lanús en la Copa Sudamericana. Foto: Prensa Barcelona SC

¿Se adhiere verdaderamente el escudo de Ecuador en el corazón del jugador extranjero, como lo ha comentado su compatriota Hernán Galíndez?

He pasado cuatro años (en Ecuador) y muchos momentos en el medio. Pasé muchas cosas personales también, crecí en lo familiar junto con mi mujer acá, perdí a mi papá... Uno va, dependiendo de las vivencias que van transcurriendo a lo largo de los años, se va sintiendo identificado, a gusto, dependiendo de cómo lo tratan. Yo he vivido muchas más cosas lindas que malas acá sobre todo en lo deportivo y me han tratado muy bien; en Ambato también, más allá de que ahora no me reciben de la mejor manera, pero yo soy un agradecido cien por ciento a Macará, porque fue el que me abrió las puertas al país, porque gracias a ellos estoy acá en Barcelona y hoy me estoy haciendo un nombre. Guayaquil me acogió muy bien.

¿Quién fue el nexo para que Macará lo contratase en 2018?

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Terminé mi contrato en Gimnasia de Jujuy y a la espera de nuevos horizontes recibí el llamado de un amigo, de Juan Manuel Tévez, que ya lleva seis años acá en el país (en la actualidad en Aucas). En ese momento estaba en Macará, era capitán, y me dijo que él me había recomendado porque estaban buscando arquero. Así empezó el vínculo, digamos, y después fue cuestión de llevar adelante las conversaciones junto con mi empresario y los directivos de Macará, y llegamos a un acuerdo para yo sumarme a la filas del club en junio de 2018.

Está tramitada su nacionalización como ecuatoriano, ¿con qué fin?

Todavía tengo un año y medio más de contrato con el club (hasta 31 de diciembre de 2023), y con la posibilidad latente de naturalizarme, de que eso al club le sirva también para en un momento no ocupar plaza de extranjero, bienvenido sea. Estamos contentos con mi familia acá, muy a gusto. Por el momento es lo que estamos analizando y están haciendo los trámites correspondientes para ver si se puede avanzar.

¿Tal vez aspira a jugar con la selección de Ecuador? ¿Tiene ese interés?

(Se ríe) No quiero contestar esa pregunta porque no quiero generar ninguna polémica al respecto a tan poco de que se juegue un Mundial, de que se vivió un proceso de chicos que hicieron una gran eliminatoria, donde ya casi o prácticamente tienen los arqueros que van a ir y que saben más o menos quiénes van a ser, porque son cuatro o cinco los que están en camino para ir al Mundial, sería de mi parte un poco de falta de respeto. Sí estoy muy contento porque le sirve muchísimo al país, a Barcelona, si van chicos, compañeros míos. Así que paso. (D)