El exfutbolista y dirigente porteño Pedro Ricardo Mata Piña falleció el domingo pasado, cuando estaba a diez días de cumplir 93 años de edad. Vital, lúcido, y todavía dedicado a su trabajo de agente afianzado de aduana, tal vez el más antiguo del país en esta actividad, la salud del lóngevo exdelantero comenzó a deteriorarse hace 42 días, cuando falleció Esperanza Rqonquillo, quien fuera su esposa por siete décadas.

El nombre de Pedro Mata, posiblemente desconocido para las nuevas generaciones de aficionados y periodistas deportivos, tiene no obstante eternamente asegurado un lugar en la historia del balompié de Ecuador. Junto con una legión de pioneros, de los que pocos sobreviven, en 1951 Mata jugó en la primera edición de un campeonato profesional realizado en el país, el de la Asociación de Fútbol del Guayas. Aquel certamen marcó un hito al acabar con la era amateur, y su repercusión -aún vigente- transformó organizativamente el fútbol de la ciudad y de toda la nación.

Mata era en 1951 un hábil puntero derecho del recordado Reed Club, que bajó las órdenes del legenario Jorge Muñoz Medina protagonizó partidos memorables en el fútbol guayaquileño de antaño.

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A fines de 1947 el estadounidense John Mark Reed (junto con su hermano Robert Allan fue un valioso promotor del desarrollo deportivo de la ciudad, en varias disciplinas) se interesó en el balompié por insinuación de Muñoz Medina, en ese entonces entrenador del Barcelona SC y auténtico descubridor y formador de estrellas. A inicios de 1948 Reed decidió comprar la categoría del club California y aparecer en el fútbol.

Con Reed Club empieza la andadura de Pedro Mata como destacado futbolista. Cuenta el historiador Ricardo Vasconcellos Rosado: “Muñoz Medina escogió a jóvenes jugadores de las ligas de novatos, pero la base del nuevo equipo estaba en la astucia y habilidad de un sobreviviente del California, Jorge Mocho Rodríguez, y en la maestría de un verdadero armador de juego que había tenido un breve paso por Barcelona en 1946: Elías Tumbaco Andaluz. Con Enrique Echanique en el arco, Luis Patón Alvarado en el centro de la zaga, Héctor Macías de volante central, y adelante Pedro Mata Piña, Gerardo Veintimilla, Rodríguez, Tumbaco y Carlos Rivas, Reed Club fue la sensación del Ascenso hasta 1950 en que ganó el derecho de jugar en la entonces llamada División de Honor del fútbol guayaquileño”.

En 1947 Mata fue campeón y seleccionado por la Liga Guayaquil para participar en los ya desaparecidos Torneos Interligas, en los que intervenían otras agrupaciones famosas como la Juan Díaz Salem, la Ecuador y la más antigua: la Liga Deportiva Independiente. Mata jugó también en la Unión Deportiva Comercial con la divisa del Banco La Previsora, donde trabajaba en la sección Comercio Exterior.

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Al año siguiente Mata comenzó a escribir los capítulos más importantes en su carrera futbolística. En 1948  fue firmado por Reed Club, tras la compra de la categoría al California. Adquirió fama en Guayaquil la delantera goleadora que integraban Pedro Mata, Gerardo Veintimilla, Jorge Mocho Rodríguez, Elías Tumbaco, y Carlos Rivas.

Reed Club en 1951, cuando participó en la primera edición de un torneo profesional en Ecuador, el que organizó Asoguayas. Foto: Historia del Fútbol Guayaquileño

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En 1950 Reed Club ganó el derecho a ascender a primera categoría y Jorge Muñoz Medina acordó con Mata que fuera a Barcelona SC en la temporada próxima, pero la contratación del argentino Gregorio Esperón como segundo entrenador no le agradó a Jorge Muñoz, que se despidió de los toreros y formó un equipazo en Reed para jugar en 1951 el primer campeonato rentado de la historia nacional. Se frustró así el sueño de Pedro Mata de jugar en Barcelona SC, aunque continuó en Reed Club y fue suplente del peruano Abelardo Lecca, exmiembro de Alianza Lima.

Relata Vasconcellos Rosado sobre el futbolista fallecido: “Reed Club duró solo un año. Las taquillas no compensaban la inversión de los dirigentes. Aparte, Reed sufrió la deserción de sus cracks peruanos en octubre de 1951, cuando se produjo un impasse diplomático entre Ecuador y Perú. Los jugadores locales quedaron en libertad de fichar por otros equipos. Mata optó por Estudiantes del Guayas. Fue primero destacado jugador y poco después presidente de ese club, que dejó un exquisito sabor futbolero en los preliminares del viejo estadio George Capwell”.

El autor del libro Historia del Fútbol Guayaquileño describe así a Pedro Mata: “Fue alero derecho que cumplió grandes actuaciones. Dejó un legado de honestidad, entusiasmo y sacrificio como dirigente de Estudiantes del Guayas y de la Asociación de Fútbol. Egresó de la universidad como especialista en Comercio Exterior y  tuvo más de seis décadas como agente afianzado de aduana. Conversando con Pedro Mata aprendí mucho de fútbol”. (D)