“Brasil es hoy la mejor selección del mundo”. La frase la dijo el exdefensor uruguayo Diego Lugano, el pasado 29 de septiembre. El mismo día el alemán Toni Kroos, campeón del mundo en el 2014, declaró, respecto al Mundial de Qatar 2022: “Brasil es mi favorito”. Varias casas de apuestas, de sólida reputación, también apuntan al combinado de Tite como el más opcionado para consagrarse en el país asiático.

Tite sigue sin tener la lista definitiva del Mundial de Qatar

Son los mismos conceptos y vaticinios que se repiten acerca de Brasil antes de cada Copa del Mundo, desde la edición de 1950. Cinco veces los pronósticos se cumplieron (1958, 1962, 1970, 1994, 2002). Y rumbo a Qatar 2022 no tendrían porqué ser distintos los presagios.

La auriverde es la selección con más títulos en la historia, nunca ha faltado a la máxima cita de la FIFA, su fútbol y sus estrellas tienen un prestigio abrumador, y sin despeinarse lideró la última eliminatoria (más partidos ganados: 14; más goles anotados: 40; menos tantos recibidos: 5; 6 unidades arriba de su escolta 45, contra 39 de Argentina).

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Pero hay una realidad inocultable: el ‘eterno favorito’ de los mundiales no se pone la corona desde el 2002 y precisamente desde ese certamen, hasta el de Rusia 2010, la verdeamarilla se ha desteñido por completo cuando enfrentó a un representante de Europa.

Gato doméstico

En el Mundial 2022 estará en el Grupo B, junto a Serbia, Suiza, y Camerún. Contra los del Viejo Continente la avasallante fiera brasileña se transformó en un dócil felino doméstico en las últimas cuatro ediciones de la Copa del Mundo. Las posibilidades de éxito de Brasil disminuyen cuando el contrincante no es Bolivia, Venezuela, Perú, Ecuador, o Colombia.

En una columna de junio del 2021 el diario Folha de São Paulo Juca Kfouri, uno de los analistas más influyentes de su país, dijo: “Vencer a los sudamericanos ha sido una constante, incluso aburrida y nada desafiante. Como bien saben Tite y sus jugadores, el problema está cuando aparecen en el frente Bélgica, Francia o Alemania. Ni siquiera es bueno hablar”.

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En la eliminatoria para Rusia 2018 dio una exhibición de poder y como hoy se comentaba hace cuatro años: “Brasil está deslotado”, “está encima del resto”, “gana cuando quiere”, “es el máximo candidato para ganar el Mundial”, “es una máquina”, “qué abuso”, “y encima tienen a Neymar (que volvió de Rusia como el rey de los revolcones)”.

Kryptonita en el 2018

Pero en Rusia los europeos fueron kryptonita para el ‘Super Brasil’. Se adueñó del Grupo E tras empatar con Suiza (1-1) y superar a Costa Rica (2-0) y Serbia (2-0). En octavos se aprovechó de una víctima habitual, México (2-0). Pero en cuartos de final le tocó un equipo de Europa más fuerte que los helvéticos y los balcánicos y hasta ahí llegó. Bélgica lo derrotó 2-1.

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El infierno del 2014

En el 2014 el favoritismo de Brasil se incrementó porque fue sede del Mundial. En la llave A los de Luiz Felipe Scolari vencieron a Croacia (3-1), empataron con México (0-0) y castigaron a Camerún (4-1). En octavos y cuartos marginaron a dos sudamericanos: Chile (por penales) y a Colombia (2-1). En el siguiente turno se le apareció un monstruo de la UEFA. Alemania arrastró a Brasil y lo hizo vivir un infierno más terrible que el del Maracanazo de 1950 al humillarlos por 7-1. En el juego por el tercer lugar, la paternidad de Holanda sobre Brasil en los mundiales se tradujo en un 3-0.

2010: Un Brasil feo

En Sudáfrica 2010 un Brasil tosco, al mando de Dunga, integró el Grupo G. Ahí le ganó a Corea del Norte (2-1) y a Costa de Marfil (3-1). El primer dolor de cabeza se lo causó Portugal con un 0-0. El octavos de final pulverizó a Chile, viejo conocido de la Conmebol, por 3-0. Pero por el boleto a la semifinal otra vez una escuadra de Europa convirtió en pesadilla el sueño mundialista de esos malos herederos de Pelé: Holanda se impuso 2-1.

2006, empieza el declive

En el Mundial de Alemania 2006, en la llave F, Brasil, como campeón vigente, se deshizo de Japón (4-1), Australia (2-0) y al único europeo de la zona, Croacia, le ganó apenas 1-0. En octavos de final eliminó a Ghana (3-0), pero en la otra ronda Francia mandó a Brasil de regreso a América al vencer 1-0.

Malos números

Desde la Copa del Mundo del 2006 hasta la del 2018, Brasil ha enfrentado diez veces a selecciones de Europa; perdió cinco partidos, ganó tres (todos en fase de grupos) y empató dos. En esa decena de encuentros recibió 17 goles y anotó 10. Pero hay otra estadística y es demoledora: cuatro de esos cinco partidos mundialistas perdidos fueron en duelos de eliminación directa (tres en cuartos de final y uno en semifinales) y el restante por el tercer lugar.

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El último gran triunfo de Brasil sobre un combinado de Europa ocurrió en la final del Mundial de Japón-Corea del Sur 2002, cuando con un doblete del Fenómeno Ronaldo ganó el título. (D)