Enner Valencia tenía aún 16 años, no había debutado como profesional, ni siquiera había imaginado los 77 partidos y 38 goles que ya contabiliza con la selección, cuando se disputó el Mundial de Alemania 2006, la última y única vez que Ecuador ha ido más allá de la fase de grupos, de nuevo el límite para su camino en Qatar 2022, donde recayó cuando divisaba con claridad el objetivo, hasta su derrota con Senegal.

El goleador del 2-0 a Qatar, en la primera jornada; también del 1-1 ante Países Bajos, en la segunda, no ha sido suficiente. Tampoco el estupendo partido que disputó Ecuador contra la oranje, la favorita del grupo, también ya la primera clasificada del cuarteto, el pasado viernes, cuando tuvo la ocasión de dejarlo todo sentenciado, cuando fue capaz de aplacar primero a su oponente y encerrarlo después, cuando demostró su mejor versión, rebajada en el momento decisivo.

Todo o nada en la última jornada contra Senegal, con el empate a su favor, con la derrota como la única dirección contraria a sus objetivos, con todos los alicientes para un partido para la historia de Ecuador, que también tenía al alcance la mejor fase de grupos de sus contadas apariciones mundialistas (cuatro con esta edición), fijada en seis puntos en 2006 (habría sumado siete de haber vencido este martes) y que falló en el momento más inoportuno cuando sentía todo posible en el estadio Khalifa.

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Entre la exigencia que tiene el Mundial, ni siquiera cuatro puntos han sido suficientes para sobrepasar las expectativas. Ni tampoco Valencia, el futbolista que personificó la ilusión de su selección, que lideró la puesta en escena y le dio continuidad, entre el dolor que siente en su rodilla por un esguince que arrastra desde el primer duelo y entre sus goles, tres en los primeros dos choques; seis en sus anteriores cinco duelos mundialistas.

Es el futbolista con más partidos en la historia de la Copa del Mundo con la selección de Ecuador, diez con éste ante Senegal, y el mejor goleador también, con seis dianas, por encima de la marca que había establecido Agustín Delgado, aunque, en su caso, al lado de Carlos Tenorio, sus dos dianas en Alemania 2006 sí marcaron un hito para su equipo, porque entonces si avanzó a los octavos de final. Ahí cayó frente a Inglaterra por 1-0, cuando David Beckham frustró al único bloque ecuatoriano que rebasó la primera ronda.

No lo hizo el de Japón y Corea 2002, que quedó último de su cuarteto con un triunfo, dos duelos perdidos, dos goles a favor y cuatro en contra; ni el de Brasil 2014, con cuatro puntos de nueve posibles, porque repartió victoria, empate y derrota en tres jornadas, con tres tantos a favor y otros tres en contra; ni lo ha hecho el de Qatar 2022, con cuatro puntos, cuando despertó unas expectativas que se desvanecieron en el momento decisivo, cuando debía ganar o ganar, cuando le pesó quizá la presión, cuando menos se pareció a sí mismo, sobre todo el primer tiempo.

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Su segunda derrota en los últimos 18 encuentros internacionales, con 10 empates y seis victorias, la primera que sufre desde el 3-1 contra Paraguay del pasado 25 de marzo, en una secuencia de nueve duelos sin perder, frustró el paso adelante que se había propuesto el grupo dirigido por Gustavo Alfaro y liderado por Enner Valencia, que, a sus 33 años, quizá sí, quizá no, esté ante su último Mundial, del que se le recordará por sus goles.

Aún tiene recorrido como internacional, ya con 77 encuentros y 38 tantos, como un elemento esencial en cinco victorias y nueve empates de su selección, una de cada en Qatar 2022. No fue suficiente. Senegal va a octavos, junto a Países Bajos. Ecuador vuelve a casa, orgullosa de su actuación, pero frustrada, de nuevo, por no alcanzar los octavos de final. (D)