No ha sido una buena Copa América de Ecuador por los resultados obtenidos y las dudas que han quedado en el camino. Sin embargo, por el juego siempre dio la impresión de que se mereció un poco más; aunque, claro está, el fútbol no se trata de merecimientos. El equipo que adiestra el argentino Gustavo Alfaro obtuvo de manera justa su cupo para jugar los cuartos de final de la Copa América ante el combinado que logre quedarse con el liderato del grupo A.

Ecuador siempre tuvo momentos en los que fue superior a cada uno de los oponentes a los que se enfrentó en el grupo B de la Copa. No obstante, fue precisamente en esos lapsos cuando la Selección sufría desconcentraciones en defensa y los rivales aprovechaban para anotar.

Ocurrió en el debut ante Colombia. La Tri arrancó con intensidad, tratando de ocupar los espacios en el campo y presionando alto la salida cafetera. No se lo dominaba, pero tampoco se lo sufría. Sin embargo, en una acción a balón parado se perdieron todas las referencias. Cardona ejecutó y salió jugando en corto, nadie lo percató. El 10 de Boca Juniors corrió en dirección al área mientras sus compañeros se pasaban el esférico; al final, Cardona recibió solo en la frontal del área y puso el único tanto de aquel compromiso.

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Contra la diezmada Venezuela las desconcentraciones volvieron a aparecer. Dos veces arriba en el marcador y dos veces fue igualado. El último gol de aquel 2-2 Ecuador lo vio ingresar en su arco en los minutos de descuento.

Ante Perú se vio una mejoría notable en el funcionamiento y se logró terminar el primer tiempo sin goles en contra y con dos a favor. No obstante, en el segundo episodio llegó la debacle. Un equipo malparado en defensa fue vulnerado por los contragolpes peruanos, que encontraron con ese argumento los goles para llevarse el empate y dejar a Ecuador en jaque.

El combinado nacional llegaba con muy pocas esperanzas al último partido ante Brasil, la selección líder, invicta y con puntaje ideal del grupo; la mejor de Sudamérica. Para clasificar, la Tri tenía que hacer algo que nunca había hecho en su historia: sumar ante la Canarinha en Brasil; además de ser la única selección en sacarle puntos a los anfitriones en el presente certamen.

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La Tri, fiel al juego que ha venido desempeñando durante la Copa, no se escondió ante los dueños de casa, que habían alineado con ciertas variantes, aunque la plantilla no dejaba de ser de clase mundial. Ecuador copó bien los espacios para evitar los balones filtrados de los mediocampistas Lucas Paquetá y Douglas Luiz; también las aproximaciones de Roberto Firmino, a quien la zaga ecuatoriana nubló totalmente y Tite se vio obligado a remplazar al futbolista de Liverpool para los segundos 45 minutos.

Sin embargo, uno de los talones de Aquiles de la Selección fue aprovechado por la verdeamarela. Un centro desde la derecha tras una acción a balón parado encontró la cabeza de Eder Militao. Solo, sin marca y sin presión, el zaguero del Real Madrid se elevó para cambiarle la trayectoria al esférico y poner la primera.

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Pero en el segundo tiempo llegó la reacción tricolor. A pesar del gol brasileño, los ecuatorianos nunca se sintieron incómodos en el partido. El tanto de Perú sobre Venezuela —en el otro partido del grupo que se jugaba en simultáneo— quitó presión y tranquilizó a los seleccionados, que se volcaron en busca del empate. Y fue finalmente Ángel Mena, tras un gran pivoteo de Enner Valencia, quien definió de derecha ante Alisson para poner la igualdad en el tanteador y darle el boleto a la Tri, que con tres empates, una derrota y ningún triunfo se metió entre los ocho mejores.

Ecuador escribió un nuevo capítulo en sus libros de historia al sumar en Brasil por primera vez después de doce partidos; también registró el factor distintivo que lo metió a la siguiente ronda: ser la única selección del grupo en sacarle puntos a la verdeamarela. Argentina, Paraguay o Uruguay nos esperan en cuartos de final. (O)