Esplendor y decadencia de la Superliga europea: en solo tres días, este proyecto de competición privada ideado por 12 grandes clubes amenazó con dinamitar el fútbol tal como se conocía hasta ahora. Antes de que el plan se fuera viniendo abajo por una oleada de renuncias.

Esta es la crónica de tres días que hubiesen podido cambiar el fútbol:

Domingo 18 de abril

El rumor circulaba con regularidad desde hacía meses, lo que llevó incluso a la UEFA y la FIFA a publicar en enero un inhabitual comunicado común: las dos instancias futbolísticas amenazaban con sanciones a los promotores de cualquier competición privada y competidora de la Champions League, la joya de la UEFA desde 1955.

Publicidad

Pero el domingo, la amenaza se precisa cuando la confederación europea ultimaba su reforma de la Champions, que debía ser aprobada al día siguiente y que garantiza más partidos y, por lo tanto, más ingresos para los clubes.

Presumiendo la inminente oficialización del proyecto de Superliga, la UEFA hace publicó un comunicado preventivo amenazando de exclusión de toda competición nacional e internacional a los clubes que participen en el nuevo torneo, así como a los jugadores.

Hecho raro en materia deportiva, un ámbito en el que el Elíseo suele mantenerse al margen, la presidencia francesa transmite su inquietud en un comunicado a la AFP.

Publicidad

Domingo 18 de abril

Un minuto después de la medianoche (hora centroeuropea), un comunicado de tres páginas con el encabezamiento ‘La Superliga’ llega a los buzones de muchos periodistas y tiene un efecto de bomba informativa: doce clubes de los más ricos de Europa (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal, Tottenham, Chelsea, AC Milan, Inter de Milán y Juventus) anuncian la creación de su propia competición, casi cerrada, con 15 miembros de pleno derecho y cinco invitados.

Publicidad

Este cambio de paradigma, en un fútbol europeo basado en un sistema piramidal en base a los méritos deportivos, pone en duda la repartición de los ingresos generados por la Champions League entre los campeonatos nacionales.

Esta vez, la Superliga parece concretarse y no es solo el rumor que aparece cada vez que los clubes más ricos pretenden obtener una parte mayor del pastel.

“Si es un farol, es un farol por todo lo alto, con sitio web oficial, con declaraciones formales en sus páginas web”, se sorprende un buen conocedor de las instancias en declaraciones a la AFP.

Lunes 19 de abril

Publicidad

Se descubre que los clubes disidentes están dispuestos a plantear batalla: en una carta a la que tiene acceso la AFP, la Superliga advierte a la UEFA y la FIFA que han lanzado “un procedimiento ante las jurisdicciones competentes, para garantizar la instauración y el funcionamiento sin sobresaltos de la competición”.

Lunes 19 de abril

El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, se presenta en conferencia de prensa, trajeado y con rostro serio, tras el comité ejecutivo de la instancia.

El abogado esloveno no se muerde la lengua: la Superliga es “una propuesta vergonzosa” de algunas “serpientes” que están “guiadas por la codicia”, “un escupitajo a la cara de todos los amantes del fútbol”.

Los hinchas del fútbol no están de acuerdo con la Superliga porque atenta contra la esencia del deporte. Foto: -- PAUL ELLIS

En un plano más personal, por ser padrino de uno de sus hijos, Ceferin se siente traicionado por Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y uno de los impulsores del proyecto y que el mismo domingo le negó los rumores de secesión.

Ceferin promete responder y anuncia la aprobación de la reforma de la Champions League.

Lunes 19 de abril

Frente a los ingresos faraónicos prometidos por los promotores de la Superliga, con un pago inicial de 3.500 millones de euros (4.200 millones de dólares) para distribuir entre los clubes fundadores, los mercados financieros se frotan las manos.

Las acciones de la Juventus y del Manchester United, los dos clubes que cotizan en Bolsa, experimentan fuertes subidas.

Lunes 19 de abril

Florentino Pérez, todopoderoso presidente del Real Madrid y nuevo patrón de la Superliga, aparece en el programa de televisión español El Chiringuito, para defender el proyecto y asegurar que es “imposible” que la UEFA sancione a los clubes secesionistas o a los jugadores.

Preguntado por la reforma de la Champions, que entraría en vigor en 2024, Pérez exclamó: “¡En 2024 estaremos todos muertos!”, en referencia a las dificultades financieras de los clubes por la pandemia.

Martes 20 de abril

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, frecuentemente en desacuerdo con Ceferin, da su apoyo a la UEFA: delante del congreso de la instancia europea y de sus 55 federaciones miembro, el dirigente fustiga a los rebeldes, “que deberán asumir las consecuencias” de su ruptura.

Las federaciones aprueban un texto por unanimidad en el que se condena la Superliga y a sus promotores, aunque Ceferin deja la puerta abierta a la negociación. “Aún es tiempo de cambiar de opinión”, dice.

Martes 20 de abril

La batalla judicial toma forma: un tribunal mercantil de Madrid prohíbe a la UEFA y la FIFA cualquier medida contra el lanzamiento de la Superliga a la espera de una decisión sobre el fondo del caso.

Esta primera victoria parece augurar un largo pulso judicial entre dos campos aparentemente irreconciliables.

Martes 23 de abril

Increíble cambio de situación: varios medios británicos, entre ellos la BBC, empiezan a informar de las dudas generadas en varios de los clubes fundadores, algunos de ellos pensando incluso en retirarse del proyecto.

Al mismo tiempo, un millar de hinchas de diferentes clubes dejan a un lado la rivalidad deportiva para manifestarse en contra de la Superliga en las afueras de Stamford Bridge, el estadio del Chelsea.

Martes 20 de abril

Ante la magnitud de las presiones, el Manchester City es el primero en tirar la toalla y anuncia que su salida del proyecto.

Una decisión que rápidamente saluda Ceferin, que se dice “contento” en una declaración transmitida a la AFP.

Martes 20 de abril

A la vez, otros cuatro clubes ingleses (Liverpool, Manchester United, Arsenal y Tottenham) anuncian su renuncia.

"El fútbol es de los aficionados", con esa leyenda saltaron a la cancha los jugadores del Leeds United para realizar el calentamiento antes del partido con Liverpool, ahora exintegrante de la Superliga. Foto: -- Clive Brunskill / POOL

“Hemos cometido un error y pedimos disculpas”, llega a escribir en Twitter el Arsenal.

Miércoles 21 de abril

El Chelsea anuncia a su vez su salida del proyecto y casi al mismo tiempo, los promotores de la Superliga, en el que ya solo quedan tres clubes españoles (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y tres italianos (AC Milan, Inter y Juventus) sacan un comunicado en el que expresan su deseo de “reconsiderar las etapas más apropiadas para remodelar el proyecto”, reiterando que “el statu quo actual del fútbol europeo debe cambiar”.

Miércoles 21 abril

Andrea Agnelli, una de las figuras de la secesión, se rinde a la evidencia: el presidente de la Juventus estima que el proyecto ya no puede existir sin los seis clubes ingles, según una fuente de su entorno. Mientras, la Juventus se desploma en Bolsa.

Instantes después, el Atlético de Madrid y el Inter de Milán oficializan su salida del proyecto.

Miércoles 21 abril

Tras el Inter, los otros dos clubes italianos dan también un paso atrás, AC Milan y Juventus, con sendos comunicados. No hacen una renuncia formal pero admiten que la idea no ha llegado a buen puerto.

El Milan constata que “las voces (en contra) y las preocupaciones de los hinchas de todo el mundo sobre el proyecto de la Superliga han sido fuertes y claras”, mientras que la Juventus estima que hay “pocas opciones” de que la competición pueda realizarse “en la forma concebida originalmente”.

De los 12 clubes fundadores, solo el Real Madrid y el FC Barcelona siguen en marcha en el proyecto de la Superliga. (D)