Senegal conquistó la primera Copa Africana de Naciones (CAN) de fútbol de su historia al superar en la tanda de penales de la final (4-2 tras empate 0-0) a Egipto, este domingo en Yaundé.

Era la tercera final que disputaba Senegal en la CAN, tras las que había perdido en 2002 y 2019. El lanzamiento que dio el título lo anotó su estrella Sadio Mané, que había fallado precisamente un penal en el minuto 7 de partido.

Egipto, con su astro Mohamed Salah, no pudo conquistar un octavo título en la CAN pero, con siete, sigue ostentando el récord de títulos en esta competición.

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En la tanda decisiva, Mohamed Abdelmonem y Mohamed Ahmed fallaron sus tiros para Egipto. Para Senegal erró el suyo Bouna Sarr.

Los senegaleses se toman la revancha de la sesión perdida en la final de la CAN de hace veinte años ante Camerún (3 a 2 tras empate 0-0).

Aliou Cissé, seleccionador de Senegal, se sacó también la espina de aquella final, ya que como jugador falló el último tiro en la final ante los cameruneses.

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“Estoy muy feliz. Esto demuestra que con trabajo, con perseverancia, sin desanimarse nunca, consigues lo que quieres. Estamos orgullosos, muy orgullosos, porque hemos ganado a Egipto, que tiene siete Copas de África. Estoy muy emocionado porque esta copa la hemos ganado para todo el pueblo senegalés, que la reclamaba desde hace más de 60 años”, declaró el seleccionador.

Mané ganó así el pulso con su compañero del Liverpool Salah, que pierde su segunda final del torneo continental tras la de 2017 (2-1 ante Camerún). Salah no pudo ni siquiera tirar su lanzamiento de la tanda decisiva, ya que fue designado el quinto en el orden de su equipo y Egipto quedó antes sin opciones.

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Tras la final, Mané fue galardonado con el premio a mejor jugador del torneo.

“Mo (Salah) es un grandísimo jugador, con el que comparto el mismo proyecto (en la Premier League). Le respeto mucho. Lo ha dado todo por su país”, comentó la estrella de Senegal a la televisión beIN Sports.

Egipto tuvo que enfrentarse en la final no solo a Senegal sino también al cansancio, ya que jugó en la misma su cuarta prórroga consecutiva.

La revancha, en marzo

El arquero número dos de Egipto, Mohamed Abou Gabal ‘Gabaski’, responsable de defender la portería de su país por la lesión de Mohamed El Shenawy, hizo de nuevo un gran partido, pero esta vez no fue suficiente.

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“Hemos perdido, así es el fútbol. Hay un ganador y un perdedor. Estamos tristes por esta derrota, pero ya se sabe que cuando los egipcios caemos, nos volvemos a levantar”, afirmó Gabaski.

La victoria de Senegal en este partido fue merecida por lo visto en el terreno de juego. Dominó el juego y tuvo muy buenas ocasiones, aunque sin fortuna.

Egipto estuvo a punto de ganar en los últimos instantes de la prórroga, pero Edouard Mendy despejó fuera.

El seleccionador de Egipto, el portugués Carlos Queiroz, tuvo que vivir la final desde fuera del banquillo tras haber sido expulsado en semifinales.

Los egipcios no tendrán que esperar mucho para buscar la revancha por esta final perdida en Yaundé, ya que se enfrentarán de nuevo a Senegal en marzo, en un ‘playoff’ que decidirá un billete para el Mundial de Catar-2022.

Esa eliminatoria se presenta de nuevo apasionante, con los ecos de esta CAN y un nuevo duelo Mané-Salah servido en bandeja de plata.

El sábado, el anfitrión Camerún, que había caído por penales en semifinales ante Egipto, se llevó también en la tanda de penales el tercer puesto frente a Burkina Faso. (D)