El duelo entre Brasil y Venezuela abrirá el 13 de junio en Brasilia la 47 edición de la Copa América, cuya final se disputará en Río de Janeiro el 10 de julio según el programa establecido por la Conmebol tras el cambio de sede una vez que quedaron fuera Argentina y Colombia, que iban a celebrar de forma compartida el torneo.

El estadio Mané Garrincha y el Maracaná, respectivamente, serán los escenarios de ambos partidos dentro de un reajuste que mantiene el mismo formato de disputa entre el Grupo A (Argentina, Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay) y el Grupo B (Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú).

El tercer puesto se dirimirá el 9 de julio en Brasilia, con el resto de choques repartidos entre las ciudades de Cuiabá, Goiania y Río de Janeiro, las cuatro sedes que ya habían sido confirmadas el martes por la Conmebol.

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El estadio Arena Pantanal, de Cuiabá, se estrenará el mismo día del inicio del torneo con el encuentro entre las selecciones de Colombia y Ecuador.

La máxima autoridad del fútbol sudamericano informó que esta edición tendrá como novedad la opción de realizar cambios de hasta tres jugadores de cada selección, además de las sustituciones por lesión, tras concluirse la fase de grupos.

“Nos espera la mejor CONMEBOL Copa América de todos los tiempos, la que viviremos de una manera segura y especial, pero siempre haciendo vibrar a todo el continente con los mejores jugadores del mundo y uniendo a Sudamérica”, señaló el ente en su comunicado.

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Un evento lleno de polémicas

La celebración de esta Copa América viene envuelta en polémica después de que las dos sedes originales desistieran de la misma: Colombia por el estallido social y político que sacude el país, y Argentina por la situación crítica de sus hospitales como consecuencia del coronavirus.

La Conmebol anunció finalmente a Brasil como la nueva y única sede y agradeció en concreto al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en medio del rechazo de sectores políticos y sanitarios de ese país, uno de los más castigados por la pandemia. (D)