Boca Juniors ganó la Copa de la Liga-2022 del fútbol argentino al golear 3-0 a Tigre este domingo en la final, disputada en el estadio Mario Kempes, en la ciudad de Córdoba.

El defensa Marcos Rojo abrió el marcador en el descuento del primer tiempo (45+3), y aumentaron Frank Fabra y Luis Vázquez a los 68 y 85 minutos, respectivamente.

Con este título, Boca consiguió su boleto a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América-2023.

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Tigre salió desde el comienzo con un plan con su sello: la presión intensa en campo rival para recuperar la pelota en buena posición.

Pero Boca le mostró en dos ocasiones que esa apuesta podía tener un costo importante, cuando en acciones individuales Eduardo Salvio, primero, y Sebastián Villa, después, llegaron hasta dentro del área con pelota dominada, aunque al final no pudieron resolver bien.

De la mano del colombiano Villa llegó la primera jugada de riesgo real del encuentro, con un remate espectacular en un tiro libre que Gonzalo Marinelli manoteó antes de que se colara en el ángulo del arco.

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Villa era además uno de los grandes argumentos de Boca en ataque, con la idea de que pudiera explotar gracias a su velocidad las subidas del lateral derecho de Tigre Lucas Blondel.

El equipo de Sebastián Battaglia logró de a poco frenar el ímpetu que mostró Tigre en los primeros minutos y cerca de los 20 empezó a manejar la pelota a partir del buen pie de muchos de sus jugadores, sobre todo de Guillermo Pol Fernández, un jugador que siempre parece tener en la cabeza todo el mapa de la cancha.

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Del otro lado, el equipo de Victoria no se sentía cómodo para mostrar su mejor juego y apostaba mayormente al contrataque, pero sus intentos solían naufragar contra el buen juego aéreo de Carlos Izquierdoz, a la cabeza de una defensa que esta vez se mostraba sólida.

Cuando parecía que la etapa inicial se iría sin grandes emociones, apareció la diferencia en una pelota parada. Iban ya 45+3 minutos cuando Marcos Rojo se elevó en un tiro de esquina, su cabezazo violento pero al centro encontró una respuesta floja de Marinelli y la pelota se metió apenas unos centímetros en el arco para el primer gol del partido.

En el segundo tiempo, enseguida quedó claro que el plan de juego se había modificado: Boca dejó venir a Tigre, que salió en busca del empate y soltó a los laterales Blondel y Sebastián Prieto, que suelen ser parte fundamental de su estructura ofensiva.

No sorprendió en ese escenario que el equipo de Diego Martínez empezara a generar peligro y estuviera cerca del gol a través de Retegui en dos jugadas consecutivas. Pero ahí apareció la jerarquía individual para que Boca volviera a festejar.

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El equipo de Battaglia movió la pelota desde la derecha a la izquierda del ataque. La recibió Frank Fabra en tres cuartos de cancha y despachó un remate espectacular que se metió en el ángulo superior derecho del arco de Marinelli para el segundo gol del partido a los 68 minutos.

El golazo del colombiano fue un golpe demasiado duro para Tigre, y a partir de ahí quedó claro que la única novedad posible era que Boca aumentara la cuenta. Y así ocurrió a los 85, con un cabezazo del juvenil Luis Vázquez, que había ingresado por Benedetto y le dio cifras de goleada a la consagración, la 50 del equipo a nivel local.

Para los de Battaglia es un nuevo festejo luego de la conquista de la Copa Argentina en 2021. Se le viene una nueva parada importante, el jueves ante Deportivo Cali para lograr la clasificación a octavos de la Copa Libertadores. (D)